Esencia mediterránea y elegancia
Hace unos meses visitamos Taxi a Manhatan (del mismo grupo). Esta vez tocaba conocer Martika, un restaurante en Majadahonda muy especial. Una construcción insólita de madera sacada de una peli (muy made in USA) que tiene un toque rústico, pero también elegante, con un amplio salón lleno de mesas y sillas de madera, y a la vez moderno, sobretodo la zona en la que se encuentra el horno donde hacen las pizzas, con una decoración muy canalla y neoyorkina. También tienen una terraza muy mona con luces perfecta para la época en la que nos adentramos… el verano
Nos ofrecieron la carta y supimos que nos costaría elegir. No falta de nada, desde comida street food, platos con toques asiáticos y latinos, pizzas, hamburguesas y hasta platos tradicionales y muy mediterráneos. Suerte la nuestra, que nuestros amigos de Martika quisieron que la variedad fuese la esencia de la noche. Así podemos enseñaros todo y daros nuestra opinión.
Comenzamos con la retahíla de un auténtico manjar… Pedimos una botella de vino porque sabíamos lo que nos esperaba, un Ribera del Duero, Tempranillo, se llamaba Tamiz, os lo recomiendo. Abrimos el estómago con el Mortero de Guacamole, como podéis ver en la foto el aguacate, se presenta en un mortero junto a unos totopos caseros para dipear. Tú mismo hechas la cantidad de sal y lima que deseas, a tu gusto. Ya solo queda disfrutar. Fíjate si disfrutamos que acabamos con todo.
Pasamos a uno de nuestros platos favoritos de la noche, y eso que acabábamos de empezar. Las Croquetas de jamón ibérico son unas de las mejores que hemos probado, y os aseguro que hemos catado muchas. La presentación es exquisita y en el mismo plato hay migas de panko crujiente al ajito que le dan un toque buenísimo. Si pensáis ir a Martika, no os podeis ir sin probar este plato.
Seguimos con unas Gyozas de oreja de puerro y cerdo, aunque seguramente mucha gente se eche para atrás al escuchar «oreja», pero os aseguro que merecen la pena. Está tan picadita que casi no se percibe, aunque el sabor… eso sí que lo conserva. Además, vienen con una salsa con un punto picante que consigue en el paladar la mezcla perfecta.
Continuamos con un plato más especial, para nuestro gusto, el que más hasta ahora, los Arenques marinados. Para los que no los habéis probado, se parecen mucho a las sardinas. Eso sí, te tiene que gustar el sabor a pescado crudo para disfrutar de este plato. Viene servido en trocitos junto a aguacate, tomate seco y aceite de arbequina.
La Ensaladilla limeña es un entrante perfecto para compartir. Nos gustó mucho la presentación pero más aún cuando mezclamos todos los ingredientes. Es una versión muy especial de una causita limeña de atún. La mezcla de sabores es impresionante, y el tobiko (huevas de pez volador) y el wakame junto a la mayonesa japonesa, dejan claro que la cocina asiática está presente en los fogones de Martika.
Los amantes de las verduras tienen que probar el plato del que os voy a hablar ahora. Maiz, zanahoria, tomates cherry, pimiento rojo y verde, berenjena y espárragos hechos a la brasa en el momento, con su punto de sal. Ese sabor a parrilla junto a la salsa que acompañaba a las verduras (romescu) nos encantó.
Como fanáticos del atún, hemos de decir que los Daditos de atún picante con aguacate, mango y topping de mayonesa de sésamo estaban muy buenos. Es una mezcla peculiar pero nos gustó mucho. Seguimos con la Pechuga de pollo chingón en axiote al carbon, que también nos sorprendió. Acompañada de arroz de coco, piña asada, pimiento italiano y wakame. No es que me encante el coco, pero le daba un toque diferente. La pechuga estaba en su punto, tierna por dentro y crujiente por fuera.
No podíamos ir a Martika y no probar una de sus pizzas. Nos recomendaron una y no dudamos en pedirla. Pizza de sobrasada. Y es que no son las típicas que podrías pedir en cualquier restaurante, las combinaciones son muy originales y para todos los gustos. Hechas en un horno Napolitano, como no podía ser de otra forma. La mezcla de la sobrasada con un toque picante, berenjena asada al carbón y queso gorgonzola, base de tomate y mozzarella fior di latte era puro sabor para el paladar. La volveríamos a pedir sin dudarlo.
Y es que por si no fuera poco… antes de pasar a los postres, queremos enseñaros esto. El Super codillo asado a la cerveza. Brutal. Sinceramente, con este plato y un par de entrantes no muy contundentes, coméis entre 4 fácilmente. Reconozco que algunos platos nos los llevamos a casa, pero pudimos probar cada plato in situ y el codillo no fue menos. Estaba en su punto, impregnado de salsa y acompañado de patatas. Tenía una pinta increíble. Gritaba CÓMEME, pero nosotros no podíamos más.
A pesar de todo, hay quien dice que para el postre siempre hay hueco. Nosotros somos de esos, así que para poner el broche final a esta maravillosa cena, probamos dos postres: las fiollas rellenas de crema y las gyozas de Nutella. El primero es muy típico del norte de España, concretamente de Asturias. El segundo fue otro de nuestros platos favoritos de la noche, un descubrimiento. Y es que las gyozas actualmente están muy de moda, se pueden rellenar de todo, pero nunca imaginé ese lado dulce. Estaban buenísimas y con ese sabor nos marchamos de Martika.
Claramente todos los platos que probamos no concuerdan con lo que sería una visita realista en cuanto a cantidad de comida nos referimos. Pero al menos, con nuestra reseña, tenéis una guía un poco más detallada de bastantes platos de la carta que os hará la elección más sencilla.
Datos de interés:
Qué: Martika
Dónde: Av. de la Victoria, 144
Cuánto: 40 € por persona (aproximadamente)
Cuándo: Lunes cerrado | Martes 13:00h-17:00h | Miércoles y domingo 13:00h–17:00h y 20:00h–1:00h | Jueves 13:00h–17:00h y 20:00h–1:30h | Viernes y sábado 13:00h–17:00h y 20:00h–2:30h
Carta: todos los platos aquí
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