El nuevo café de la Latina
Se trata de la evolución del pequeño tostador de la calle San Bernardo, que abrían el año pasado el empresario hostelero Carlos Zamora y su hermana Lucía Zamora, mismos dueños que la Taberna La Carmencita, Celso y Manolo y La Vaquería Montañesa, buscando recuperar y dar una nueva vida a esos locales con encanto e identidad que han formado parte de la historia de Madrid. Café Angélica de Malasaña está ubicado en la primera tienda de especias de la capital, inaugurada en 1948; un tostador de café donde se pueden encontrar especias silvestres de todo el mundo, tés e infusiones naturales y cafés ecológicos de pequeños productores de África y América que se tuestan en tandas de cuatro kilos.
Ahora abren el Café Angélica en La Latina, en uno de los rincones con más magia de la capital, las escaleras de la travesía del Nuncio, en las que confluyen seis calles y donde se respira una magia que te transporta hasta el mismo Trastévere romano o el barrio parisino de Montmartre. Un lugar privilegiado que hace de su terraza una de las más singulares de Madrid. La decoración del local, en la que destacan las sillas de mimbre, los espejos de diseño italiano y, muy especialmente, el cuadro del pintor impresionista Elie Anatole Pavil que preside la sala, pretende ser, al igual que su oferta gastronómica, la puesta al día de la cafetería de toda la vida.
La carta del Café Angélica es una carta sencilla basada en el producto del mejor origen y producción sostenible para favorecer una alimentación saludable y equilibrada tanto en el día a día como en el fin de semana. Su principal apuesta son los boles combinados (al estilo de los ya famosos poke bowl, esa tendencia que arrasó en Los Ángeles y ya está tan metida en Madrid) que funcionan como plato único ya que combinan todos los nutrientes necesarios para el organismo. Entre ellos destacan el Ultra Tranquilizante (que lleva roast beef ecológico de Siete Valles de Montaña, aguacate de Málaga, arroz basmati de comercio justo, tomate de Huesca, lechugas ecológicas vivas de El Cantábrico y fresas), el Super Reseteador (pechuga de pollo ecológico de Sanchonar, arroz integral de la Albufera, aguacate, tomate y espárragos verdes) y el Anti Corrupción y Anti Oxidante (salmón salvaje de Alaska, arroz basmati, aguacate y tomate de Huesca). También hay, como no podía ser de otra manera, opciones para el público vegetariano como el bol Bicicletero (huevo ecológico de Pedaque, quinoa ecológica, alubia blanca ecológica de Colmenar de Oreja, tomate, espárrago y fresa). Cada uno de estos platos está acompañado de un aliño especial elaborado con las especias y hierbas silvestres de la tienda de Café Angélica.
Completan la oferta un apartado de Traineras Aguacateras –aguacates rellenos de pollo eco, roast beeff eco o quinoa–, uno de sándwiches de pan de centeno ecológico o pan de molde brioche del obrador La Miguiña y uno de raciones clásicas para picotear que incluye, por ejemplo, alcachofas con avellanas, nueces, piñones, galanga y baobab, espárragos blancos sin pesticidas con alcaparras, polvo de tomate eco de La Mancha, cúrcuma y nuez moscada, mejillones con clavo, tomate seco, aceitunas, cúrcuma, comino y cardamomo, melva canutera de Barbate sin antibióticos con comino, cúrcuma, aceituna, piñones y pimienta de Sichuán con ajo negro, jamón y lomo ibéricos y quesos de oveja ecológico y de vaca pasiega.
Mención especial merecen sus tartas caseras –y entre ellas el Banana Cheesecake, la tarta de chocolate Angélica sin gluten y el Merengue con siete especias– y los helados artesanos de cucurucho pasiego.
Con cocina abierta non-stop, en el Café Angélica nos ofrecen desayunos, comidas, meriendas, cenas y hasta copas, aunque en su oferta de bebidas lo que destaca son los cafés, que proceden de pequeñas cooperativas y fincas familiares de Brasil, Colombia, Tanzania, Etiopía, Ruanda, Honduras, Guatemala y El Salvador, se tuestan en pequeñas tantas y se ofrecen de 16 maneras distintas. Aunque no podemos pasar de largo el vermú macerado con especias y hierbas, cócteles clásicos y de autor y vino de grifo, una tendencia sostenible que triunfa en países como Inglaterra y Estados Unidos.
Lo tiene todo para convertirse en tu próximo lugar de encuentro con amigos, en familia y o en pareja. Un lugar con magia y encanto, saludable y súper cool.
Datos de Interés:
Qué: Café Angélica La Latina.
Dónde: La Latina (Calle Segovia, 9)
Cuándo: Todos los días de 10:00 a 1:00 h. (viernes y sábados, hasta las 2:00 h.)
Cuánto: Precio medio 20 euros