Torcuato, cerca del cielo de Madrid
De la mano de los creadores de Matute 12 y El 5 de Tirso, llega Torcuato, una terraza decorada con exquisitez y propone una carta viajera, la cual incluye alimentos de tan lejanos lugares como Japón o Brasil. Todavía no es conocida por lo nueva que es, pero dentro de muy poco, os aseguramos que estará en boca, primero de los hipsters más informados, y después del pueblo llano.
El primer detalle de la estética de Torcuato es el dónde: en la terraza de la antigua sede del ABC, lo que hoy es el centro comercial que descansa sobre la mismísima calle Serrano, ¿os suena? ¿que se podía comprar en el Monopoly? El lugar rinde homenaje a Torcuato Luca de Tena, fundador del diario ABC y escritor de la novela Los renglones torcidos de Dios, a la que debe todo el mérito Shutter Island. Espabila, Marty, adaptaste la copia en vez de la original.
El segundo detalle que llama la atención es el ambiente. Es trendy, es the place to be, es chic, o bien, como todavía sabemos hablar castellano, es un lugar sofisticado con un aire juvenil y distendido. De fondo se escucha una música electrónica suave y tiene esa mezcla de las terrazas elegantes entre restaurante y atmósfera de cóctel. A medida que avanza la noche, se impone el ritmo latino y algunas caderas se van liberando de la rigidez.
Pero vamos a lo que vamos: a un restaurante se va a comer. Y aquí se come bien. No mucho, todo hay que decirlo, no es que vayas a salir con hambre, pero las cantidades no son exageradas. En cambio, el cuidado del producto es intachable. Cuenta con un raw bar que oferta niguiris y makis tan exóticos como el de anguila, foie y mango o el de salmón flambeado con mayo de yuzu, que fue el que probamos, aunque nos trabáramos con el nombre al pedirlo. Ah, el jengibre blanco que lo acompañaba, otro nivel. Además, la carta se extiende amplia en varias opciones de comida fría y caliente.
En cuanto al plato fuerte se decide entre cara o cruz: carne o pescado. Por suerte para mí iba con una acompañante de las que ama compartir y pude sacrificarme por vosotros, adorados lectores, y probar la cara y la cruz. De pescado y para curar cierta morriña gallega, elegimos el pulpo a la brasa con mojo rojo Nikkei. El producto, de nuevo muy cuidado, presumía de una textura exacta, gelatinosa en el buen sentido. Y, a pesar del productor, todavía hay que destacar aún más la salsa: un mojo delicioso, digno de Austin Powers (en la versión castellana).
La elección de carne fue dolorosa, ya que tuvimos que obviar un solomillo de ternera con shitake y chalotas, que solamente leyéndolo en la carta hacía la boca agua. Sin embargo, su rival y vencedor no se quedaba atrás: picaña madurada a la brasa trinchada con chimichurri especiado. Aviso para estudiantes cuyo peor enemigo es el aceite saltarín: la picaña (o picanha, por su origen brasileño) yacía sobre un negro lecho muy caliente y el comensal terminaba de hacerla al punto preferido, lo que exponía las manos al pequeño aguijón del aceite hirviendo. Merece la pena, tanto la experiencia como el sabor. Y no sé si tuvo algo que ver que estuviera leyendo al escritor–espía por excelencia, John Le Carré, pero compartir la salsa por debajo del soporte de la carne me hacía sentir en una película de Guerra Fría y códigos secretos.
En el postre jugamos tanto a lo seguro como al riesgo. En lo seguro, una tarta de queso menos fluida de lo que indicaba su nombre, pero que sabía a lo que tenía que saber. El riesgo fue un chocolate con peta–zetas y caramelos Fishermann de menta y la apuesta salió bien. Acompañado de una salsa de chocolate que vertimos por encima del plato, podría decir que superó a la seguridad de la tarta de queso. Una buena sorpresa.
Pronto abrirán una zona interior de cara a la temporada otoño–invierno, pero si lees este artículo antes de octubre, corre a Torcuato, reserva y lleva allí a tu pareja, a tu cita Tinder, a dos amigos de toda la vida o, y esta me parece la mejor opción para este lugar, a alguien que esté visitando Madrid. O ve solo, qué más da, la comida va a seguir estando muy buena.
Datos de interés:
Qué: Restaurante Torcuato
Dónde: Calle Serrano 61, Terraza del ABC Serrano
Cómo llegar: Rubén Darío (metro) / Núñez de Balboa (metro) / 9, 19, 51 (bus)
Cuánto: 40-50€ persona