Shangrila Bar Dimsum

 enero 1, 2024      por Rocío López

Un restaurante de ficción

Shangrila es uno de esos restaurantes que ya solo desde fuera sabes que te encantará. Desde la puerta se pueden apreciar los llamativos neones que tiene en sus ventanas y solo hace falta echar un ojo a la decoración del interior a través del cristal para acabar de enamorarte y que se convierta en tu restaurante chino de confianza. Habré pasado por la puerta mil veces, porque se acuesta casi sobre Plaza de España, en la famosa Leganitos, y no me explico no haber entrado antes. Si se piensa un segundo, es lógico que se encuentre en esta calle, arteria principal del pequeño Chinatown de Madrid.

Shangrila

El primer impacto es visual: el estampado de las sillas, el dibujo selvático de los platos, las lámparas de mimbre, los neones de las ventanas vistos desde dentro, los sofás rojos. Debajo de eso subyace un importante detalle, que puede pasar por alto para el ojo poco avezado. Fijaos en cuántos clientes son asiáticos. Si eligen Shangrila, lo hacen para sentirse en casa. Sello de autenticidad en carne y hueso. Brindamos por lo auténtico con una cerveza Tsingtao, la hermana china de la Mahou, con un cuerpo a medio camino entre la lata roja y la verde.

Para empezar abriendo el apetito, no podíamos dejar pasar los Dimsum, famosos en este restaurante. La traducción que adopta al castellano es algo parecido a “pequeño bocado que toca el corazón” y no miente. Pedimos dos distintos, unos triangulares, hechos con fécula de patatas con carne y unos xiao long bao.

Los primeros que pedimos nos deleitaron, no solo por su relleno delicioso, sino por su masa blandita que se te deshacía en la boca, pero los que realmente nos enamoraron fueron los segundos, los xiao long bao. Era uno de los primeros platos que probaba en Shangrila y ya sabía que iba a ser uno de mis favoritos, y así fue.

A los pocos minutos, llegaba uno de los platos favoritos de la que fue mi acompañante, la sopa de Wanton, servida con un caldo que te recomponía el cuerpo y acompañado con alga nori, cebollino y naruto -una pasta de pescado típica en China-. Yo sin ser mucho de sopas, fue un plato que disfruté mucho, cierto es, pero que probablemente no volvería a pedir, justo al contrario que mi acompañante que textualmente dijo «me comería dos platos más de esto».

resturante shangrila

Todavía sueño con volver a comer esos Dimsum

Después llegaban los tallarines fritos y dejaron el listón muy arriba. Podría ponerlos quizá en mi top 5 de mejores tallarines fritos que he probado, empatados quizá por otros de la gastronomía Nikkei. Los del Shangrila lo tienen todo, desde el sabor a la textura, a las tiras de pollo, al crujiente de la diminuta verdura, pasando por una presentación impecable, sin alharacas, pero contundente.

Shangrila

Los echo de menos.

Nos atrevimos con algo diferente, una sartén de calamar y verduras mixtas servida de una forma bastante peculiar, en una especie de «cocina de gas», un soporte de madera con un fuego que terminaba de hacer la sartén delante de nuestros propios ojos. Aunque normalmente se sirven con un toque de picante, en nuestro caso lo pedimos sin -mi acompañante no es muy fan de él- y yo decidía aderezarlo con esa salsa picante que está tan de moda ahora, la sriracha. No estaban mal, la verdad, pero a mí me pareció más el espectáculo de servirlo de esa forma que el sabor que tenían.

shangrila dimsum restaurante chino

Terminando con los principales llegaba lo que es para mí la joya de la corona de Shangrila, el pato asado, cortado en tiras y acompañado de pepino y cebolleta, para armar un fino taco. Todo ello venía de la mano de la deliciosa salsa Hoisin, os juro que podría echársela a cualquier alimento, es una delicia de la que nunca me canso. Si antes decía que el xiao long bao fue mi plato favorito era porque aún no había llegado el pato asado que rápidamente se puso a su altura y ahora me hallo en una encrucijada para poder darle el puesto número uno a alguno de los dos. 

shangrila dimsum restaurante chino

El punto final lo pusieron unos mochis de coco y mango rellenos de helado. En mi caso, yo solo os puedo opinar sobre el segundo como buena hater del coco -sin ningún motivo, pero así lo decidió mi paladar-, ese mochi de mango fue una bomba de sabor que explotaba en mi boca y que se me parecía a estar comiéndome un trozo de la mismísima fruta. Por otro lado, mi acompañante, sin ningún prejuicio ante el coco optó por probar sus mochis y aseguró que ganaban con diferencia a los de mango.

Shangrila

Mochi, una palabra que pronunciaría todo el día.

Con esto pongo fin a mi primera visita a Shangrila, pero ya os aseguro que no será la última. Si eres de esos apasionados de la comida china y vives en Madrid, te aseguro que estás de suerte porque un restaurante con esta calidad en sus platos y un servicio así no se puede encontrar en cualquier parte.

Datos de interés:

Qué: Restaurante Shangrila Dimsum.

Dónde: Calle de Leganitos, 26.

Cuándo: Todos los días de 13:00 a 23:30 h.

Cómo llegar: Metro Plaza de España (L3; L10); Santo Domingo (L2) | Bus 44, 75, 133, 148.

Precios: 15-20€.

Más información: InstagramFacebook.

Compártelo con tus amigos y ayúdanos a llegar a más gente :)

Distrito Burger

El imperio de las Smash Ojo con estar paseando descuidado por Plaza de España, subir un poco la aristocrática calle Princesa y plantarte en Argüelles, porque has entrado en el campo magnético de la hamburguesa, estás en pleno Distrito Burger. A dos minutos del metro, comida rápida de calidad, ¿te lo pueden poner más fácil? Un escaparate colosal, luces rojas de neón, ese aspecto industrial de local que, si lo personificamos, sería el chico alternativo neoyorquino, con un gorro gris…

Martinica

Restaurante Martinica, comida fusión y diseño en un mismo espacio Entras y sabes que el sitio es diferente, el día que fuimos a conocer Martinica, llovía, pero había un hombre en la puerta recepcionándonos los abrigos y los paraguas, y cuando entras no solo te templas, sino que de repente suena musicote, la decoración llama la atención porque es dispar, y a la vez no puede pegar más. Si te decimos que Martinica se encuentra en la calle Pinar 6,…

Perrachica

La dama con estilo que manda en Chamberí Perrachica destila una esencia muy especial, trasladándonos a una época vintage y contemporánea al mismo tiempo. Nada más pisar la elegante terraza que hace las veces de entrada algo nos dice que estamos a punto de vivir una noche inolvidable.Tal vez sea por esa impresión de lujosa comodidad o por su atractivo ambiente afterwork, pero una noche en Perrachica da la sensación de…

La `dolce mesa´ en Allegra

Sobremesa de cine De Hollywood aprendimos, aparte de que si alguien te choca y te tira los libros al suelo es el amor de tu vida, que los finales felices dejan buen sabor de boca. Amaro del Capo conoce el guion y, junto al estilo refinado de Allegra, aboga por un menú que le apuesta casi todo al postre. Y eso que, aunque parla italiano, se puede escapar, si se quiere, de los máximos símbolos del país transalpino. Pasta y…

La Morenilla Casa de Antojos

Un restaurante convertido en feria https://youtube.com/shorts/6ESF5yVa-go?feature=share Un nuevo restaurante ha llegado al barrio de Chamberí en Madrid para sorprender a todos los comensales con una propuesta original e innovadora. Se trata de La Morenilla (c/ de Caracas, 10), un lugar que ha logrado combinar a la perfección la tradición con la diversión. Desde que se entra por la puerta de La Morenilla se puede percibir que se trata de un lugar diferente. Al cruzar la puerta, se nos presenta una casa…

Alameda

Nueva parada gourmet en la calle Jorge Juan Si algo funciona hay que apostar por ello. Así lo piensan José Ángel Castro y Evangelía Chalatsakos, artífices de Alameda Granada, que ahora han decidido aprovechar la experiencia acumulada al frente de dicho restaurante, y apostar por un súper proyectazo en Madrid. Y como Madrid no es Granada, el concepto tampoco podía ser el mismo. Así que han decidido aterrizar en la capital por todo lo alto, instalándose nada menos que en la…