Marmitón, el pequeño bistró de La Latina
En una calle escondida de La latina, se encuentra este restaurante, donde sus dos chefs, Pablo Sánchez y Lalo Zarcero han querida dar rienda suelta a la imaginación creando platos de toda la vida pero con un toque diferente para ofrecer una experiencia única, y os podemos asegurar que lo han conseguido.
Siempre que nos hablan de La Latina, lo relacionamos con tapeo rápido y de batalla. Y nosotros puntualizamos; nada como quedar a comer por La Latina sin rechazar la buena comida y la buena presentación. En Marmitón trabajan con el producto de temporada de máxima calidad y con técnicas de conservación tradicionales para dar un sabor especial a sus platos.
Y como en todo, la experiencia se nota, ya que la trayectoria de estos dos chefs ha pasado por restaurantes como Fismuler y han querido compartir toda su sabiduría y volcarla en el plato. No seremos nosotros los que nos neguemos a probarlo.

Croquetas espinacas y cabrales
Empezamos por una sugerencia de los chefs y ¡qué maravilla! Nos declaramos fan de las croquetas, pero ninguna tan diferente y especial como éstas. Probamos las croquetas de espinacas y cabrales (la mejor a nuestro parecer), y la de carabineros. Un manjar para el paladar, cremosas y con sabor.
Luego seguimos con sus tortellini de rellenos de boniato y cabrales con salsa de cabrales y nueces garrapiñadas. Otro espectáculo. La pasta la realizan a mano siguiendo el método tradicional, y eso se nota en el sabor. Además el contraste de sabores y la salsa cremosa hacen un conjunto maravilloso.

Tortellini de boniato y salsa de cabrales
Seguimos con un plato que nos suele gustar mucho pero donde se nota la calidad del producto y del cocinado. Nos referimos al atún. Pedimos un lomo de atún rojo con risotto de trigo con miso blanco y mejillones. Además le ponen musgo (curioso el sabor y textura, parecida al kale) y salsa holandesa que le aportaba matices sin quitarle el protagonismo al atún. Una vez más, muy acertado.

Lomo de atún rojo con risotto de trigo con miso blanco y mejillones
Para terminar quisimos seguir otra de las sugerencias, la torrija caramelizada con helado de leche merengada y frambuesa liofilizada. Nos pasó lo mismo que con los platos anteriores. Recuerda a lo tradicional pero difiere en sabor, textura, combinación, etc. En este caso la torrija tenía una textura crujiente con ligero sabor a caramelo que le hacía competencia a las de nuestras abuelas, sin que se ofendan.
Sin duda, que la ubicación y los pocos m2 del local no le quiten mérito a la gran calidad de su cocina y sus productos, y la buena elaboración de sus platos. ¡No os lo podéis perder!
Datos de interés:
Dónde: C/ de las Aguas, 6
Horario: Miércoles y Jueves y Domingo: 13:00 – 16:00 y 20:30 – 23:30 ; Viernes y Sábado: 13:00 – 16:00 y 20:30 – 00:00.
Precio: 35€/persona