85 años de costumbrismo español
Entrar en el Mesón de Fuencarral es emprender un viaje en el tiempo, un viaje al pasado, a la España de principios de los años 30. Desde su apertura en 1932, esta antigua vaquería se ha mantenido prácticamente intacta, impasible al paso de los años. No sorprende que a propios y extraños les parezca absolutamente cautivadora la atmósfera que envuelve su salón principal, donde se ha respetado la decoración que un buen día los abuelos de Ramón Dios, dueño actual del local, decidieron que debía tener uno de los restaurantes más añejos y auténticos de Madrid. Un local que ha superado el paso del tiempo, donde tres generaciones de hosteleros siguen trabajando incansablemente.
La historia que albergan las paredes del Mesón bien podría llenar las páginas de un libro. Y es que esta modesta vaquería vivió una República, la Guerra Civil, una dictadura y, finalmente, la democracia; todo sin que temblara uno solo de sus cimientos. «Mi abuela en época de posguerra guardaba en los cajones del mueble de la cocina la harina que llegaba de estraperlo», nos cuenta Ramón Dios, que recuerda bien decenas de anécdotas transmitidas por sus abuelos, quienes trabajaron sin descanso hasta posicionar el restaurante como uno de los locales de moda de la capital.
Durante las décadas de los 60 y 70, el Mesón de Fuencarral se convirtió en el sitio de moda de la clase alta madrileña. Su cochinillo asado y el cordero al horno adquirieron fama a nivel nacional. Los personajes más célebres del mundo del celuloide y el papel ‘couché’ se daban cita cada fin de semana para disfrutar de las maravillas culinarias que se cocían entre sus fogones. «La clave de nuestro éxito era nuestra discreción, por eso venían muchas celebridades a comer o cenar con nosotros. Había señores que el fin de semana venían con su familia a comer y entre semana cenaban con su amante. Sabían a ciencia cierta que nunca decíamos nada», relata Ramón.
Este lugar se ha mantenido a lo largo de los años porque tiene magia desde que cruzas la puerta. Una buena amiga me dijo que «hasta en verano quieres estar en el salón con la chimenea puesta». No hay forma más pintoresca de disfrutar un almuerzo o una cena -pareciera que en cualquier momento fuera a cruzar la puerta el mismísimo Curro Jiménez, trabuco en mano-.
Este año, tras más de ocho décadas en activo, el Mesón ha propuesto, para agradecer a sus clientes la confianza depositada, el ‘Menú Degustación 85 Aniversario’: por 39€ -bebidas aparte-, el menú resume en once pequeños platos lo más destacado de su gastronomía. Incluye tres entrantes: palitos de berenjena con salmorejo cordobés, rodajas de tomate con bonito escabechado (lo elaboran en el propio restaurante de manera artesanal dos veces por semana) y mini-ensalada de reglamento.
El menú continúa con croquetas de la casa, migas con chorizo y alcachofas con velo de jamón ibérico. Los platos principales los componen la merluza a la gallega y el medallón de cordero lechal. Y para terminar, tres postres que son marca de la casa: leche frita castellana, tarta de chocolate y hojaldre de arroz con leche.
El elemento clave del que se ha valido este local para llevar tantos años en activo ha sido mantenerse fiel a las tradiciones, respetando las recetas que le hicieron famoso, con una carta que refleja la historia de una cocina hecha en casa con platos que, hoy en día, continúan inmutables. El Mesón de Fuencarral es uno de esos pocos lugares que ha sabido permanecer intacto, adaptándose a las nuevas exigencias sin perder la esencia de antaño.
Datos de ineterés:
Qué: El Mesón de Fuencarral, 85 años ofreciendo la mejor cocina clásica española
Dónde:Carretera de Colmenar Viejo (M607), km 14,500 (salida 15)
Precio medio: 39€ sin bebidas (excepto fin de semana y festivos).
Horario: L-D 13:30h – 16:30h / 20:30h – 23:30h.
Contacto: 917 341 019 / 917 347 754