Una cena para los cinco sentidos
Hay cenas que no se olvidan, y no solo porque te dejen el carrete del móvil tiritando de fotos. Las cenas cápsula del restaurante Hielo y Carbón en el Hyatt Centric Gran Vía Madrid son de esas que te hacen sacar el modo poeta sin darte cuenta. Porque no se trata solo de comer bien (que también), sino de vivir una experiencia sensorial completa. Y no, no es una frase hecha.
El restaurante del hotel Hyatt Centric, Hielo y Carbón, presenta su nueva carta gastronómica «5 Sense». Una carta que nos ha dejado con la boca abierta y llorando de lo rico que estaba todo. Cada plato estaba diseñado para desarrollar todos los sentidos. Así pasó. Literalmente, estuvimos en el cielo.
Para inaugurar este viaje culinario, contaron con César Cánovas, que no solo tiene un nombre que suena a estrella Michelín, sino que fue nombrado Mejor Sumiller en 2011 por la Real Academia de Gastronomía. Este señor no viene a recomendarte un vino tinto «porque pega», viene a construir una historia a sorbos. Y vaya historia.
El menú fue una especie de “elige tu propia aventura”, pero para los sentidos. Empezamos fuerte: Nigiri de wagyu flambeado al sake y ponzu (ese bocado que te hace cerrar los ojos porque sí), brioche crujiente con tartar de dorada y mayo tigre (que no pica, pero emociona), y una croqueta cremosa de carabinero que tenías que comer con la mano, porque el gusto también se activa con los dedos. Spoiler: funciona.
Y cuando pensabas que el nivel ya no podía subir, llegó la alcachofa frita con yema de huevo curada, espuma de parmesano de 20 meses y setas de temporada. ¿Qué cómo sabía? A otoño elegante, a comida de abuela con máster en alta cocina, y además venía ahumada, porque el olfato también juega.
De plato principal: Secreto ibérico glaseado al carbón con revolconas al azafrán y kale crujiente. Tradición con flow, lo llamo yo. Y para rematar (redoble de tambor): un postre de frutos rojos, semifrío de yogur griego, chocolate blanco y nube de algodón que tenía una sorpresa sonora. Sí, como lo lees: también escuchabas el postre. No hago spoilers, pero digamos que a mí me sonó a «vas a querer otro».
En resumen: esta cena no fue una cena. Fue una película, un concierto, una performance comestible. Y como buena millennial que no puede con la vida pero sí con un buen plan gastro, te digo: ve, vive, saborea. Que estas cosas no pasan todos los días.
Datos de interés:
Qué: restaurante Hielo y Carbón
Cuando: de lunes a domingo de 07:30 a 11:00 y de 19:00 a 00:00h.
Donde: Hyatt Centric, Gran Vía 31
Más información: Web