Un lugar, de los grandes
Las calles de Madrid no cesan en sacar a la luz propuestas culinarias que enganchan por la vista, y por su sabor. Destinado a los paladares inquietos que por Madrid habitan, aparece en escena La Cabra, un templo del sabor que te recomendamos que te apuntes en tu lista de «próximamente».
Su ubicación lo dice todo. Y es que el número dos de la calle Francisco de Rojas en pleno corazón de Alonso Martínez es donde se erige este espectacular emplazamiento gastronómico – con ya, largo recorrido. Un restaurante con encanto desde que das el primer paso en su bella entrada. Mesas circulares que completan sus amplios salones; mobiliario que colorea eclecticismo por doquier, al ritmo de música que te embarca en una experiencia culinaria de lo más roquera. Además, cuentan con una barra inmensa que invita a los comensales a destinar la previa al aperitivo, o a deleitar al cuerpo de una comida informal ente cañas y entrantes.
Su carta, destaca por contar con productos variados y de mercado. No es excesiva, pero en ella encontrarás distintas opciones para todo tipo de gustos; desde entrantes que combinan mar y tierra; a, pescados y carnes para los segundos. Por último, postre y cócteles – dos grandes apartados que te harán disfrutar de una larga sobremesa.
En los entrantes, te recomiendo que si eres amante de las conservas, apuestes por ellas; encontrarás navajas, mejillones, sardinillas, ventresca y anchoas. Una excelente opción para comenzar la ruta en La Cabra. Asimismo, cuentan con un jamón de bellota espectacular, que deberías testar. Justo sus propietarios al ser naturales de Salamanca – genios en la tracción de embutidos y carnes – albergan un excelente género.
De entre sus platos para compartir, adelante con sus croquetas de jamón; la ensaladilla de ventresca de bonito; o, el carpaccio de picaña, piñones y queso parmesano. Aunque, si tuviera que sugerirte un indiscutible, serían los champiñones en tempura, que vienen con salsa perigordini y huevo de corral. ¡Está de escándalo!
En los segundos, empecemos por los pescados; y es que el bacalao a la vizcaína, ¡está de muerte! Aunque la lubina a la brasa, o el pulpo con salsa de cava, no se quedan atrás. ¡Importante! recuerda que en este restaurante erige los productos de mercado por lo que, dependiendo de la ocasión, encontrarás también pescado del día.
En las carnes – también protagonista en los segundos, podrás saborear de múltiples proposiciones; pero aquí hoy, te confío que no dejes escapar la oportunidad de degustar el jarrete de cordero con puré trufado que viene acompañado de chalotas glaseadas; una alternativa de ensueño para los amantes de la cocción a baja temperatura (también lo hay de ternera). Además, te invito a que apuestes por su presa ibérica con boletus encebollado; y, el steak tartar de solomillo de vaca frisona. Sin lugar a dudas, considero que te harán derretir.
Para cerrar esta cita ineludible, ¡vamos a los postres! Un itinerario de lo más dulzón donde el tiramisú es la gran protagonista. También lo es, la torrija caramelizada con helado de canela, que augura un sinfín de posibilidades. Por último, acompáñalo con uno de los grandes cócteles que en este restaurante preparan.
Un restaurante de los pies a la cabeza. Buena cocina, amplios espacios gracias a su extensa barra; y, a uno de sus mejores secretos: la gran bodega en su planta baja. Y es que La Cabra, posee en su interior uno de los rincones más bonitos para quienes gustan de un buen vino al son de un espacio ecléctico. Y es que, si tu plan es diluir la sobremesa, ¡en este restaurante lo tienes todo! Cien por cien recomendable para agradecer los almuerzos y las cenas de tu semana.
Datos de interés:
Qué: restaurante La Cabra.
Dónde: Calle Francisco de Rojas, 2, 28010 Madrid.
Cómo llegar: Metro Bilbao, Alonso Martínez.
Horario: De lunes a jueves de 11:0h a 00.00h. De vienres a sábado de 11:00h a 01:00h. Y, los domingos de 11.00h a 18.00h. En verano cierra los domingos.
Teléfono: 699 885 866.
Precio medio: A partir de 30 euros persona.
Cabe destacar que cuenta con una coqueta terraza adaptada para invierno, y verano.