Escalar en Madrid nunca había sido tan fácil
El vértigo lleva acompañándome toda la vida y visitar Sputnik fue sin duda una prueba de fuego para mis miedos. Si ya eres escalador experimentado seguramente conozcas este rocódromo de escalada indoor en Madrid, que cuenta con varios centros repartidos por toda la capital, ya que son sin duda los más famosos. Si, por el contrario, te pica el gusanillo de escalar o tienes miedo a las alturas y no sabes sí serías capaz de hacerlo, sigue leyendo porque mi experiencia fue más que satisfactoria.
Visité el rocódromo que tienen en Chamberí y lo primero que me sorprendió fue el tamaño de las instalaciones. En cuanto a escalada se refiere cuentan con una zona de vías, donde escalas hacia arriba sujetado con un arnés de máxima seguridad (ya me cercioré yo bien de eso), y con una zona de búlder, o escalada en bloques, donde no se suele subir tan arriba si no que el objetivo es llegar de un punto a otro en varios «circuitos» divididos por dificultades. Además, cuentan con una zona de escalada para niños, una zona de gimnasio y entrenamiento funcional, vestuarios y, por supuesto, una cantina donde reponer fuerzas después de hacer la actividad.
Como te comentaba, las alturas y yo no somos grandes amigos, por lo que decidí coger la actividad «descubre la escalada», donde un monitor te acompaña durante 1 hora para explicarte las nociones básicas de seguridad y,sobre todo, te ayuda a disfrutar de tus primeras veces en un rocódromo. Lo bueno de este servicio, que cuesta solo 29€, es que luego puedes quedarte todo el día practicando por libre, incluso salir y entrar del centro las veces que quieras.
Lo primero que haces al llegar es ponerte los «pies de gato», unas zapatillas que no son ni bonitas ni extremadamente cómodas pero te van a ayudar a realizar la escalada de manera más eficiente y segura. Una vez calzado, toca calentar un poco el cuerpo con algunos ejercicios de movilidad y también haciendo un pequeño desplazamiento horizontal en un pared que tienen destinada para ello. Después llega la hora de las nociones teóricas básicas y de que aprendas a ponerte el arnés de seguridad. Aquí es donde mi primera pregunta: – ¿Esto es 100% seguro? Por la sonrisa del monitor está claro que no soy el primero que se lo preguntaba. La respuesta es obvia: – sí. El arnés tiene un sistema de imanes que te sujeta perfectamente por leyes físicas que se escapan a mi alcance. Pero vamos, si el agua hierve a 100º y eso no lo dudas, no dudes tampoco que la seguridad está garantizada.
Con toda la teoría aprendida llegó la hora de la práctica, empezando por la zona de vías. En esta zona lo único que tienes que hacer es escalar hacia arriba (también está dividio por dificultades) y una vez arriba dejarte caer. Las primeras veces, si tienes miedo como yo, seguramente subas muy poco y dejarte caer te de algo de miedo. En mi primera subida creo que no llegué ni a 2 metros pero yo me sentía Juanito Oiarzabal subiendo el Everest. Dejarme caer tampoco fue fácil, pero la sensación de caer al vacío fue realmente emocionante. La primera llevo a la segunda, y luego a la tercera, y cada vez subía más alto y la sensación de calma era mayor. Terminé realmente disfrutando de las subidas y orgulloso de haber superado, en gran medida, mis miedos.
La segunda parte, la zona de búlder o escalada en bloque, también fue muy divertida. Aquí la altura no es tan importante si no que el objetivo es salir de un punto para llegar a otro apoyándote sólamente en las zonas indicadas. Que haya diferentes dificultades te ayuda a no sentirte tan torpe y a poder ir progresando poco a poco. La escalada implica una mezcla de técnica y fuerza por lo que algunas zonas te resultarán más fáciles que otras según tu nivel de forma. Es normal.
Cuando ya mis fuerzas no daban para más me fui a la cantina a comer y tengo que decir que la comida me sorprendió para bien. No es que sea un restaurante para poner en el top de un listado, pero cuando vas a sitios de actividades con zona de comida ésta suele dejar mucho que desear. No fue el caso. Tienen una carta sencilla pero variada con raciones para compartir, pokes, hamburguesas y postres e incluso a veces tienen plato del día de cuchara. Yo probé el poke de salmón y la hamburguesa El Cohete, con bacon, cebolla caramelizada, queso edam y salsa granna padano y trufa. Sobre todo la calidad de la carne me sorprendió para bien.
Sin duda una experiencia que estoy deseando repetir. No solo haces ejericio, si no que además puedes luchar contra tus miedos y superarlos. El personal súper amable y los servicios complementarios, gimnasio y cantina, hacen de Sputnik no solo un rocódromo, si no más bien un club de escalada donde pasar muchos buenos momentos. Mis agujetas y yo volveremos seguro.
Datos de interés
Qué: Sputnik Chamberí, rocódromo para escalar en el centro de Madrid
Dónde: Vallehermoso, 87 (cuentan con tres centros más en Alcobendas, Las Rozas y Legazpi)
Cuánto: entrada de día 15€, experiencia «descubre la escalada» 29€, también tienen bonos de días, membresías y packs infantiles.
Sabías que… Sputnik es también un sitio ideal para celebrar cumpleaños con niños, eventos de empresa, teambuilding o cualquier actividad en grupo.
más información y reservas en su página web | Instragram