Rocódromo, cantina y coworking todo en uno
El pasado mes de mayo vio la luz Arkose, un nuevo rocódromo en Madrid que además cuenta con zona de coworking y una cantina donde puedes coger fuerzas a cualquier hora del día, ya que tienen tanto servicio de cafetería con dulces como horario de restaurante con platos salados.
Atraído por la tentación de la escalada y en rebeldía contra el vértigo que me amenaza, decidí ir a probar sus instalaciones y matar dos pájaros de un tiro: enseñaros un lugar nuevo e indoor donde escalar en Madrid e intentar subir más de 2 metros sin que se me nublase la vista.
El interior de Arkose
Las instlaciones de Arkose son bastante grandes, ya que cuentan con más de 1.000 metros cuadrados entre zona de escalada, cantina y mesas desperdigadas a modo de coworking donde poder teletrabajar sin mucho alboroto.
En la recepción nos tomaron nuestros datos para darnos de alta y nos alquilaron unos pies de gato para poder escalar con seguridad. También compramos un bote de magnesio en gel que es una maravilla. Te lo echas en las manos y despúes de frotar un poco te sientes Tobey Maguire en Spiderman.
Loft de escalada
Una vez preparados nos mostraron toda la zona del rocódromo o loft de escalada, como se llaman a este tipo de centros. Tienen capacidad para 200 usuarios al mismo tiempo ya que cuentan con dos zonas de boulder con hasta 4,5 metros de altura. Para quien, como yo, no ha escalado en su vida pero tiene curiosidad, boulder es una modalidad de escalada en bloque donde no usas cuerda, arnés ni elementos de protección.
La zona de boulder, ahora ya sí hablamos con propiedad, ocupa un total de 100 metros lineares para escalar, por lo que tranquilo que vas a cansarte de subir y bajar antes de completar todo el circuíto. Además, las zonas están dividas por colores que indican la dificultad de cada subida, siendo el amarillo el más sencillo y el negro para los más expertos. Dentro de cada color también hay diferentes tipos de subida, algunas más técnicas que requieren más equilibrio y flexibilidad y otras más de fuerza donde vas a poner a prueba las dominadas que haces en el gym. Yo personalmente use las amarillas para calentar y perder un poco el miedo porque son bastante fáciles y luego ya me entretuve más en las verdes y algunas azules, estas últimas de nivel intermedio. Si tienes dudas puedes ver todo el circuíto en una pantalla con las características de cada boulder.
El precio por escalar un día es de 15€ aunque tienen un montón de ofertas, happy hours y demás… El tiempo es ilimitado pero, a no ser que seas un/a experto/a, pasada una hora y pico tus brazos no podrán más. Prometido.
La Cantina
Después de notar un temblor placentero en los brazos, decidimos que era hora de parar y reponer fuerzas en la cantina. Es una zona bastante amplia y muy bien decorada con un montón de mesas y espacios para descansar y reponer las calorías quemadas.
En el menú tienen una gran varidad de platos, que dividen en primeros como gyozas, nems y nachos entre otros; principales que incluyen pasta, poke e incluso platos de cuchara; burgers de todo tipo, incluyendo de pollo y vegetarianas; y por último postres como tarta de queso o coulant. Además, como curiosidad, toda la cerveza que puedes tomar allí es artesana, ya sea de su marca propia Oskare o de la cervecera Península de Alcobendas.
Nuestra experiencia en la cantina tuvo luces y sombras así que os voy a contar todo lo que probamos y cuáles repetiríamos y cuáles no. Entre los entrantes probamos y nos gustaron bastante los nuggets de pollo. Tienen un rebozado casero que los hace bastante originales y por dentro estaban muy jugosos. Las piruletas de pollo en tempura digamos que son correctas. Ricas mojadas en la salsa sweet chili pero sin ser una locura. En cuanto a los nachos, nos dejaron un poco fríos. Creo que a la mezcla que acompaña los totopos le faltaba algo de cremosidad y podría ser algo más rica.
De platos principales probamos el poke de salmón, la costilla glaseada y las burger clásica. El poke nos pareció bastante aceptable, sobre todo la salsa que llevaba el salmón lo hacía muy rico y aguacate estaba en buen punto de maduración. Quizás nos chocó que el arroz estuviera algo caliente y, auque diferente a cómo debe servirse, tampoco era desagradable. Puede que un purista ni siquiera lo llame Poke pero le damos el ok. La burger clásica también estaba rica. La carne vino poco hecha como pedimos y el resto de ingredientes (lechuga, tomate y cheddar) aportaban lo justo para dar un buen sabor sin desvirtuar el de la propia carne. Quizás la decepción vino por parte de la costilla glaseada de vaca. Estaba bastante seca y costaba tanto cortarla como comerla. Un plato que no os recomendamos habiendo tantas otras opciones.
En resumen, la cantina nos parece un lugar idóneo y necesario para reponer fuerzas, además que hay mesas altas, bajas y hasta sofás para desconectar a tu gusto. Creemos que la comida está bastante aceptable y seguro que hay otros muchos platos que no probamos y están muy ricos, pero también hay algunos platos que podrían dar una vuelta o incluso sustituir. Teniendo en cuenta que es el lugar más cercano (obvio) para comer algo después de escalar seguramente repetiríamos para seguir probando platos.
En definitiva, Arkose es un gran lugar al que le deseo un gran futuro. Un sitio donde escalar en Madrid centro para cualquier nivel y donde poder comer sin salir del sitio. El personal fue súper amable en todo momento y eso se agradece, sobre todo si eres novato como yo y tienes muchas preguntas. Nos vemos pronto.
Datos de interés
Qué: Arkose, rocódromo indoor en Madrid para hacer boulder (escalada sin arnés)
Dónde: Leñeros, 4 (Cuatro Caminos)
Cuándo: de Lunes a Domingo de 7h a 24h
Cuánto: pase de día desde 8€ y abono mensual desde 27€
más información en su página web