Alicante es uno de los destinos turísticos predilectos de los españoles por sus espectaculares playas, su excelente gastronomía y porque asegura un clima agradable prácticamente durante todo el año.
Sin embargo, Alicante es mucho más que sol y playa. En su provincia, se esconden pueblos de gran belleza, magníficas calas en las que relajarse y una naturaleza por descubrir. E incluso cuenta con una isla habitada, la Isla de Tabarca.
Todo eso y mucho más te espera en Alicante. Te lo contamos con más detalle en nuestra selección de cuatro de los mejores planes para disfrutar de una escapada romántica en Alicante.
Una escapada en barco por la costa alicantina
Cada vez más personas apuestan por alquilar un barco y disfrutar de los atractivos de la costa alicantina. Además, es mucho más económico de lo que la mayoría de la gente piensa. Y desde luego es una experiencia inolvidable.
En la Costa Blanca, puedes disfrutar de playas y calas de agua cristalina, de hermosos pueblos costeros y practicar una gran variedad de deportes acuáticos.
El puerto de Alicante es el punto de partida ideal para iniciar una ruta en barco. Desde allí, puedes dirigirte a Dénia y Jávea, y acercarte a la Reserva Marina San Antonio, un paraje natural rodeado de acantilados, en el que eso sí está prohibido el fondeo.
Dénia no solo es un destino idílico para navegar, también ofrece una muy amplia oferta gastronómica. Además, lo tienes fácil para poder disfrutar de los manjares que ofrecen sus restaurantes. Para ello, solo tienes que amarrar la embarcación en uno de los más de 2.000 amarres disponibles en sus puertos Marina Dénia y Marina El Portet.
Y si eres aficionado al buceo, Jávea es un lugar ideal para realizar inmersiones. Con suerte, hasta puede que veas alguna ballena.
Sigue este enlace si quieres saber más sobre cómo alquilar un barco en Alicante o Denia.
Un fin de semana en Altea
Con su arquitectura típicamente mediterránea, Altea tiene fama de ser uno de los pueblos más hermosos de la Costa Blanca. Desde Altea, es posible desplazarse a la Sierra de Bernia, un paraje natural de gran belleza en el que es posible realizar rutas de senderismo.
Si prefieres un plan un poco más tranquilo, puedes acercarte al paseo marítimo de Altea al atardecer para disfrutar de toda la belleza de la puesta de sol antes de ir a disfrutar de una velada romántica en alguno de los mejores restaurantes de la ciudad. Uno de los más populares es el Xef Pirata.
Y si hay algo que no puedes dejar de hacer en Altea, eso es perderte en su casco antiguo. Callejear entre sus callejuelas y calles empedradas mientras se suceden las típicas casas encaladas es la mejor forma de empaparse de la esencia de esta localidad alicantina.
Cena y spa
En la provincia de Alicante, vas a encontrar una variada oferta de hoteles que te permiten disfrutar de una cena romántica después de pasar el día en el spa. Algunos de los más populares son el Hotel Villa del Mar en Benidorm, el VIVOOD Landscape Hotel & Spa a cinco minutos en coche de Benimantell o el Hotel Villa del Mar también en Benidorm.
Antes, puedes empezar el día relajándote con un masaje, en el jacuzzi del hotel o disfrutando de un baño turco. A continuación, puedes optar por una sesión de cromoterapia o crioterapia, o incluso por un tratamiento facial. Seguro que acabarás el día como nuevo y estarás deseando disfrutar de una agradable cena con tu pareja.
Excursión a la Isla de Tabarca
La Isla de Tabarca ubicada a tan solo ocho kilómetros de la localidad de Santa Pola es la más grande y la única habitada en la Comunidad Valenciana. Eso sí, su población apenas supera los 50 habitantes. Para llegar hasta ella, tienes que tomar un catamarán en Santa Pola o en Alicante.
Si bien es una isla pequeña, lo cierto es que no carece de atractivos. Además, es un lugar ideal para practicar deportes acuáticos, como snorkel o submarinismo.
En la Isla de Tabarca, también puedes degustar el arroz con bogavante y el caldero de arroz, que es una especie de arroz caldoso con un pescado que se conoce popularmente como gallina.
E incluso si quieres puedes pasar la noche en el único hotel de Tabarca, o en uno de los hostales o apartamentos turísticos de la isla.