Un repaso a los lugares más míticos del balompié madrileño.
El calendario futbolístico se acerca a su momento final. La mayoría de ligas ya han coronado a su nuevo campeón, y el deporte rey empieza a desvincularse de nuestros fines de semana hasta que todos los corredores regresen a la línea de salida.
Pero hay algo que no ha cambiado por mucho que se modifique el escenario global: Madrid sigue estando en boca de todos por lo que al fútbol respecta.
En unos días se disputará la final de la Champions League, un partido que paralizará el mundo. La prensa deportiva ya se ha centrado prácticamente de manera total en este partido y los artículos se cuentan por centenares. Con las ligas domésticas ya finalizadas, las principales casas de apuestas, cuya lista puede verse recopilada en Oddschecker, también intentarán otorgar el rol de favorito. Se publicarán infinidad de promociones, cuotas, situaciones hipotéticas y contextuales, que nos ayudarán a intuir por dónde van los tiros. Partir como candidato al título en un duelo de estas características ya proporciona -de entrada- una victoria moral, pero el vencedor final no se sabrá hasta el día 28 de mayo.
Y para realizar un homenaje al fútbol madrileño, que este año quedará representado en la finalísima por parte del Real Madrid, os presentamos una selección turística muy original: Destacaremos diversos puntos de la Comunidad de Madrid donde se puede oler el aroma del fútbol en primera persona.
Para empezar nuestro itinerario, hay que hacer referencia a los cuatro estadios futbolísticos más relevantes del territorio. El primero es el Santiago Bernabéu, uno de los templos deportivos más espectaculares del mundo. Su leyenda se mimetiza con el espíritu competitivo del equipo blanco, que no da un partido por perdido. Las noches de gloria que se han vivido en su césped se cuentan por centenares, y en momentos de dificultad, se genera una comunión única entre jugadores y afición que pone la piel de gallina. El templo madridista, con una capacidad de 81.004 personas, se ubica en el número 1 de la avenida de Concha Espina. Un recinto de élite que está protagonizando una profunda remodelación.
El segundo espacio futbolístico relevante es el Wanda Metropolitano, casa del Atlético de Madrid. Se trata de un recinto muy moderno que cuenta con la mayoría de innovaciones técnicas que pueden encontrarse en un estadio contemporáneo. Dispone de 68.456 aficionados, y se encuentra en la avenida de Luís Aragonés, número 4.
El tercer recinto en discordia es el campo del Getafe, conocido como Coliseum Alfonso Pérez. Por su distribución espacial, es considerado como uno de los coliseos más fríos del mapa estatal, pero ya ha sumado muchas temporadas en Primera gracias a su buena gestión. Se ubica en la Avenida Teresa de Calcuta, en el barrio de Getafe Norte, y dispone de 17.000 asientos.
Por último, nos dirigimos hasta el queridísimo Campo de Fútbol de Vallecas, con una capacidad de 14.505 aficionados. Fue construido en los años 70, y sus fieles vibran con los colores de un equipo especial. Quizá sea el estadio español donde mejor se puede sentir el espíritu del fútbol popular. Fue edificado en el barrio de Vallecas y es muy querido por sus vecinos.
En Madrid, se genera una situación casi única en España, y es que un total de cuatro equipos de la Comunidad se encuentran representados en la máxima categoría del fútbol español.
Dejando a un lado los cuatro estadios que hemos citado anteriormente, existen otros tres espacios que guardan una conexión muy especial con el fútbol. El primero es la fuente de Cibeles, un monumento asociado al Real Madrid. Este elemento arquitectónico, ubicado en el turístico palacio homónimo, es donde tradicionalmente los merengues celebran sus triunfos. Fue construido a finales del siglo XVIII, por voluntad del rey Carlos III.
El segundo es la fuente de Neptuno, y data del mismo período histórico que su hermana Cibeles. En este espacio es donde el Atlético de Madrid también convoca a su afición después de conseguir un título. Como podéis imaginar, la competitividad entre los dos monumentos es tangible, pero muchas veces se enmarca en el plano humorístico de la rivalidad sana.
El tercero, como no podía ser de otra forma, también es una fuente. Concretamente, es la de laAsamblea de Madrid. Aquí es donde los seguidores del Rayo asisten de forma masiva después de alcanzar algún hito relevante, como es el caso de un ascenso o la permanencia después de una temporada complicada.
Por último, y como recomendación, es interesante visitar los bares y restaurantes que se encuentran adyacentes a los recintos deportivos que hemos mencionado. Sobre todo, en los días de partido, donde los amantes del fútbol comparten en sociedad la previa de los partidos, generando lazos afectivos entre los miembros de su parroquia deportiva.