Yakiniku Rikyu

Carne de Wagyu a la parrilla japonesa

Yakiniku Rikyu salón

Nos alegra mucho haber descubierto esta maravilla de lugar. Se llama Yakiniku Rikyu y aunque cueste mucho pronunciarlo merece la pena memorizarlo y ya de paso apuntarlo en la lista de los próximos restaurantes que visitar, si no lo has hecho ya.

Yakiniku en japonés significa significa “quemar carne o parrilla que se hace uno mismo”, y es la técnica que llevaron los inmigrantes coreanos a Japón a principios de los años cincuenta enriqueciendo la cocina local. Los japoneses adoptaron el método elevando la experiencia gastronómica al incorporar cortes de la insuperable carne de ternera wagyu y otros productos locales de primerísima calidad.

Por eso, como no podía ser de otra manera en Yakiniku Rakyu su especialidad es la carne de buey de wagyu japonés, criada con mimo en la ganadería Ozaki a base de un cóctel de hierbas y cereales vegetales. Nada tiene que ver con la carne que te hayan colado en algunos otros restaurantes de Madrid. La textura de esta carne es muy suave, jugosa y cargada de sabor.

Si ya se te ha hecho la boca agua espera. Nosotros ya estábamos salivando desde que planeamos la visita, pero espera que te contamos cómo comenzó nuestra experiencia.

Yakiniku Rikyu carne de Wagyu

El local se ubica en la Calle de Fernando el Santo, esquina con Castellana, una ubicación excelente con un ambiente muy agradable que te transporta directamente a Japón.

Aquí cada mesa tiene el centro su propia parrilla, al más puro estilo coreano, y en algunas de sus mesas simula que estuvieras comiendo en el suelo, simulando los tatamis tan populares en Japón.

La carta, con influencias coreanas de principio a fin, es de lo más completa, y aunque la joya de la corona es la ya mencionada carne de Wagyu, también podemos encontrar otras propuestas como entrantes, sopas y arroz a la piedra o “bibimbap”.

La experiencia en Yakiniku Rakyu se convierte en un festival de bocados y combinaciones como no la imaginas. Empezando por el ritual del orden de los platos. Primero te sirven los entrantes y luego todo a la vez para que, convenientemente cuidado, cocines las carnes a la parrilla y disfrutes mezclando los sabores en tu boca como se hace en Japón.

Yakiniku Rikyu bibimbap

Como entrantes comenzamos con un fresquito variado de verduras Nambur con espinacas, soja amarilla, helecho asiático y nabo daikon en aceite de sésamo para limpiar el estómago antes de la carne. También probamos el auténtico Kimchi coreano, preparado con col china fermentada con pimentón picante y especias.

Y llegado el momento de comenzar con las carnes, empezamos con lo mejor de lo mejor, un sabroso sashimi con cortes de babilla, contratapa y picanha. Lo probamos mojado en salsa de soja con ajo y la verdad es que estaba riquísimo. Nunca habíamos probado la carne cruda en sashimi pero resultó mucho más que recomendable.

Seguimos con un poquito de casquería, que tanto les gusta a los japoneses y coreanos, y probamos la lengua de ternera, un bocado súper sabroso, que se deja en la parrilla hasta que esté bastante hecha y se condimenta con limón y cebolla.

Después de cada plato te cambian la parrilla, en este caso para dar paso al costillar, de un color marmolado alucinante y un gusto exquisito. Y como aún teníamos más hueco para más, acompañamos la carne con un bibimbap, que es el arroz coreano a la piedra con verduras, huevo y una salsa un poco picante que está delicioso.

Yakiniku Rikyu postre

Terminamos la magnífica cena compartiendo dos postres. La maceta de chocolate negro y mousse de café y el melocotón con helado de vainilla.

Toda una experiencia que superó con creces nuestras expectativas y hace que se convierta en uno de nuestros restaurantes japoneses favoritos, por la calidad de su producto, la originalidad y el trato tan agradable que recibimos.