Casa Benigna

Los mejores arroces secos de la ciudad

Diseño comedor Casa Benigna

Escondido en una calle estrecha y desconocida del barrio de Prosperidad, esta casa se convierte desde el año 1990 en que abrió sus puertas, en lugar de peregrinación desde todos los lugares del mundo, en búsqueda del mejor arroz de Madrid y posiblemente de España.

La experiencia de más de 40 años cocinando de Norberto Jorge, y su trayectoria como profesional al mando de varios restaurantes en España y Noruega donde comenzó su aventura en los fogones, avalado incluso su buen hacer con una estrella Michelín en uno de ellos (el primero para la provincia de Alicante), ha llevado a posicionar a Casa Benigna como uno de los referentes de la cocina española, en una fama que traspasa fronteras.

Todavía bastante desconocido para los madrileños, su publico principal son turistas extranjeros que entre sus planes eligen disfrutar de la propuesta de Casa Benigna y su arte con el arroz.

Atravesar las puertas de Casa Benigna es introducirse en el hogar de sus propietarios. La calidez del local, la personalidad e historia que desprende cada pieza decorativa, y la atención al comensal lo convierten en un lugar mágico y único del que no sales indiferente.

En Casa Benigna, todos los esfuerzos de Norberto, con ayuda de su madre Carmen, se centran en rescatar el recetario tradicional levantino y, en especial, los arroces secos a la valenciana, y llevárselo a su terreno con enfoques muy personales.

Como muestra de la creatividad del chef encontramos la Patella, la paella creada y patentada por él mismo donde cocina y sirve los arroces, además de las interpretaciones propias que hace del recetario tradicional y los maridajes.

Arroz a banda en casa benigna

Aunque el local no es muy grande dispone de varios comedores y además ofrecen alguna de las salas privadas como espacios reservados para disfrutar de una experiencia más singular si cabe. La decoración es su seña de identidad, y está compuesta por elementos de la familia “de toda la vida” y abundantes fotos que reflejan sus raíces culturales y familiares, además de las manifestaciones artísticas de Norberto que nos sorprende comiendo bajo una lámpara con forma de mesa camilla u otra elaborada con utensilios de cocina utilizados a lo largo de su vida.

Respecto a su cocina, son sus famosos arroces secos lo que nos trae hasta aquí, pero no dejan de sorprendernos el resto de propuestas en su carta, que no es muy extensa, y está basada en el mejor producto y las elaboraciones más originales y cuidadas.

Como entrantes destacamos la ensalada de tomates con ventresca de atún, la berenjena asada con pato confitado y el salmón ahumado en caliente al enebro.

Entre los arroces encontramos tres propuestas (arroz a banda, el de pollo y verduras o el arroz con costillas y picadillo de jamón), y en ocasiones alguno adicional fuera de carta. Los tres son únicos y especiales en la forma en que se elaboran o el tipo de arroz escogido para cada uno.

Completan la carta dos opciones de pasta: Tagliolini con lonchitas de bogavante canadiense y Fideuá.

Respecto a los postres, merece dejar un hueco para degustar el sorbete de fresas naturales, su tarta Tatín de manzana o la Marquesa de chocolate negro.

En definitiva, nos sobran los motivos para recomendaros visitar este lugar tan especial y acogedor donde podréis degustar los mejores arroces secos de Madrid que no dejan indiferente a nadie.