Uno de los primeros, uno de los mejores
Surgido en Atenas y recreado casi al milímetro, The Box Escape aterrizó en Madrid hace más de cinco años, concretamente en el céntrico barrio de Bilbao. Lo que funcionó en la capital griega, marcó el camino de una industria que aún estaba por explotar a mediados de la segunda década del siglo XXI. Fue uno de los juegos de escape en vivo pioneros en Madrid y eso por eso que su ubicación sorprende: no entramos a una sala o un local, sino a un segundo piso en la calle Covarrubias. Lejos de quitarle emoción, añade un extra de secretismo y clandestinidad que sus trabajadores aprovechan, refugiados en unas gafas de sol, en cuanto suena el timbre.

¿Cuánta nostalgia puede caber en una foto?
La entrada al juego es inmediata y está muy bien pensada. En nuestro caso, nos enfrentamos (con éxito, aclaro, que Naiara me sacrifica si no) a la sala de Hex, ambientada con una estética retro que hará llorar de nostalgia a los ochenteros. Desde el cine de Matrix, Star Wars, Alien o 2001: Una odisea en el espacio pasando por los míticos juegos de Super Mario, Tetris, Street Fighter, Pacman o Sonic, la atmósfera rezumaba recuerdos y recordaba a un capítulo de Stranger Things. Aunque nos sobraron algo más de diez minutos, la dificultad es media. Lo que pasa es nosotros éramos cinco personas muy inteligentes. O que una de ellas ha hecho más escapes que David Copperfield, que eso también ayudó.

Spoiler Alert: con esa bici no llegarás lejos.
Toda la experiencia fue muy grata y, a pesar de que todavía son novedad, nos supo a escape room clásico, alejado de las experiencias inmersivas más cercanas al teatro o a las visitas guiadas que quieren sumarse a la onda de los escapes. Esto era un old school y se notaba en las pruebas, ni regaladas ni imposibles, con la dificultad justa para verte exigido, pero no frustrado. Las ayudas desde fuera llegan con mucha naturalidad y son muy puntuales, por lo que la experiencia avanza con gran fluidez. Es increíble cómo somos capaces los humanos de cambiar nuestra propia percepción: los diez primeros minutos éramos el hermano tonto de “Me llamo Earl” y cuando terminamos, podíamos compararnos con Poirot o con Sherlock Holmes.

Equipazo.
Cuando terminamos, comentamos la jugada con el dueño, que amablemente nos hizo la foto de rigor, nos enseñó algunos secretos que no podemos compartir para no fastidiaros el juego, nos mostró la sala de control y nos hizo una visita guiada restringida por las otras salas, por si teníamos ganas de volver a The Box Escape. Que las tenemos, así que mejor que nos guardara alguna sorpresa en La Casa Maldita y en El Templo Maya.

Esa decoración… imposible no meterse en el papel.
La Casa Maldita (The Haunted Box) es una sala decorada con arco iris y nubes de algodón, para toda la familia… es broma, por favor no lleves a tu hijo de cinco años, que me denuncias. Esta historia trata sobre un espíritu atrapado y, ya desde la estética, es terrorífica. A mí en esta no me pillan, porque entre lo miedoso que soy y lo bien ambientado que lo tenían, me muero del susto. Os prometo que abrimos la puerta para asomarnos y chirrió. No sé si es algo planeado o le falta aceite, pero el efecto fue prometedor. Eso sí, abstenerse cobardes.

Tontería – Complejos = Felicidad (1)
Aunque esos mismos cobardes pueden unirse a mí y visitar la sala El Templo Maya para sentirnos Indiana Jones. El dueño nos enseñó el inicio y nos dejó con ganas de volver. Igual que ocurría con las otras dos, el diseño está cuidado al detalle, por lo que te sumerges en la historia en todos los niveles sensoriales. Además, esta sala tiene hasta tres niveles distintos de dificultad: fácil, por si vas con tus hijos pequeños o tu cuñado al que le falta un toque de horno; medio, con tres cuartas partes de escapistas con éxito; y difícil, por si vas con mi amiga Irene, que tiene más escape que Messi en banda.

Soy yo jugando a una máquina apagada. Tontería – Complejos = Felicidad (2)
En definitiva, The Box Escape es uno de los pioneros de Madrid, que sigue en el candelero desde que llegó y se mantiene fresco y renovado. Dicen que lo difícil no es llegar, sino mantenerse, y así lo está haciendo esta sala, escondida en un piso de la calle Covarrubias, capaz de ofrecer ese ambiente lúdico, cuidado y retador que define a los mejores escapes.
Datos de interés
Qué: The Box Escape
Dónde: c/ Covarrubias 22, 2nd left (2ndo Izda). Madrid, 28010. Metro: Alonso Martinez
Precios: 2 jugadores (54€), 3 jugadores (66€), 4 jugadores (80€), 5 jugadores (90€), 6 jugadores (102€), 7 jugadores (112€)
Información y Reservas: Web
Si ya has jugado en The Box puedes probar estos otros: The Rombo Code, Fox in a Box , Room Escape Madrid, Parapark, Clue Hunter, Brain Break, Enigma Exprés, Escape Hotel