Nuevos códigos del espectáculo
Hace más de 400 años nacía el teatro Kabuki en Japón, y hoy en Madrid podemos disfrutar de este espectáculo, tan tradicional como vanguardista, al menos ante nuestros occidentales ojos. Como es evidente el espectáculo no se ha tratado de adaptar a los estándares del espectáculo occidental, aunque se ha tratado de buscar una obra donde prime más la danza que el diálogo. A un modo parecido al de la ópera, el teatro kabuki te ofrece una experiencia a través de la puesta en escena, y la sinfonía creada dentro de la misma, y es una bastante espectacular. En cuanto se abren las luces podemos observar el increíble y detallado escenario, y se produce el primer impacto visual. Y es que si impresiona de alguna forma es a través de los preciosistas decorados, y los ampulosos vestidos que lucen los protagonistas de esta función, su espectacularidad basada en parte en el exotismo que le asociamos, pero sobre todo por el desfile de colores y piezas absolutamente únicas. Una vez captada nuestra atención, comienza la música, basada primordialmente en laudes, percusión, y una acentuada voz de falsete, que acompañan de forma rítmica el extraño baile que se perpetra en el escenario por el personaje principal, deliberadamente exagerado, con gestos y formas que nos resultan histriónicos, pero que acompañan a la música de forma sincronizada, y de una muy particular, pero poética. La primera trata sobre un personaje popular en el país del sol naciente llamado la joven de la glicina: aquí se ofrece la posibilidad de presenciar una particularidad del kabuki, la de los hombres que interpretan a mujeres, llamados onnagata. En la segunda pieza, Renjishi, se recrea el monte de la deidad budista Manjushri, en cuyo camino está la frontera entre el mundo de los mortales y el de los espíritus, guardada por los shishi, animales imaginarios con forma de león, caracterizados con vistosas pelucas de pelo de yak (a veces se usa pelo de oso o de mono). La leyenda cuenta que un león arrojó a dos de sus crías al fondo de un valle: solo cuidará al que consiga regresar.
Entre estas explosiones de música y danza, a ratos más acelerada, a ratos más calmada, nos encontramos con un pequeño interludio de diálogo. Evidentemente no entendemos nada, percibo una intención cómica por la gestualidad de los actores, pero aun así no sigo el intercambio verbal, y sin embargo continúo fascinado. Entre el 27 de junio y el 1 de julio el teatro Kabuki visita Madrid, espectáculo incluido en el programa de actos conmemorativos del 150 aniversario de las relaciones diplomáticas España-Japón, a través de su mejor representante: la compañía Heisei Nakamuraza. Poco elemento, poco actores, muchos músicos, y un mimo extraordinario. Decir que es una experiencia teatral completamente diferente resulta una obviedad, por lo que la recomendaré por lo que creo que es: una obra visual y musicalmente impactante, que maneja un tipo de recreación poética que no sabía que existía pero que me alegré de descubrir.
Datos de interés
Qué: Tetro Kabuki
Dónde: teatros del canal
Cómo llegar: metro canal(calle cea bermúdez 1)
Comprar entradas: http://www.teatroscanal.com/espectaculo/fuji-musume-renjishi-hesei-nakamura-teatro-kabuki/
Cuándo: del 27 de junio al 1 de julio.