Portarse mal sabe a gloria
Los remordimientos no están hechos para foodies. El buen comer conlleva permitirse caer en la tentación de vez en cuando para entregarse por completo al placer de un buen plato. En Santo Pecado sobran pretextos gastronómicos para dejarse arrastrar por la gula.
Para disfrutar al máximo de Santo Pecado hace falta tener hambre, mucha hambre. Cuando sientes que podrías comerte una vaca entera es el momento idóneo para acercarse a esta hamburguesería de la glorieta de Quevedo. Santo Pecado cuenta con su propia ganadería exclusiva, así que están 100% seguros de que su carne Black Angus y Wagyu es, sencillamente, la mejor.
Por si fuera poco, en Santo Pecado las recetas se amoldan a las propiedades de cada tipo de carne. Y así es como consiguen un menú de lujo sin perder la informalidad ni la sencillez de la hamburguesa de siempre.
Ya que estamos, pecamos del todo sorbiendo un Jim Julep Kentucky Mojito, una inspirada recreación de la bebida cubana que cambia el ron por el bourbon. El cocktail se acompaña con el entrante estrella de la casa: los santos nachos, una bendición culinaria recubierta de quesos, guacamole y una carne picada que se lleva la palma.
La Jack Bacón está hecha para fans de la carne argentina, que encontrarán una hamburguesa espectacular con delicioso queso, mojo rojo y bacon crunch. Al otro lado de la carta, la nipona es la reina indiscutible de las hamburguesas con carne Wagyu. Ambas están como para pecar reiteradas veces y sin asomo de culpa.
El secreto para pasarlo muy bien portándose mal está en pecar con buen gusto. Y no hay mejor lugar para regodearse en la travesura que Santo Pecado.
Datos de interés
Qué: Santo Pecado, hamburguesería celestial
Dónde: Glorieta de Quevedo, 4, Madrid
Cómo llegar: Metro Quevedo (2) e Iglesia (1)
Precio: Hamburguesas por 13 euros aprox.
Teléfono: 91 057 13 66
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