«Quiero ser yo misma y no debería ser tan difícil»
Óscar (Ángela Martín) tiene disforia de especie. Aunque en apariencia es un chico humano, en el fondo siempre ha sido una cigala. Ha llegado la hora de contárselo al mundo para lucir su cola, sus patitas y sus imponentes pinzas. La historia nos suena, pero nunca antes nos la habían contado desde el punto de vista de un crustáceo.
Óscar quiere ser una cigala no es un relato al uso, claro está. Es un drama con tintes cómicos que, a través de una metáfora sencilla, se las apaña con ingenio para desenmascarar a sus personajes y derribar las fachadas de lo políticamente correcto.
La obra se desarrolla sin juzgar, indagando en las zonas grises de una situación que no es ni blanca ni negra. Con un peculiar juego de luces, Óscar quiere ser una cigala deja al desnudo el mundo interior de los personajes. Y eso, a veces, remueve cosas por dentro.
La sensación agridulce que provoca Óscar quiere ser una cigala es tan incómoda como necesaria, porque nos coloca ante una moraleja fundamental: deberíamos mirarnos más a nosotros mismos y menos a los demás para entender el mundo sin prejuicios.
Con una mezcla muy acertada de realismo y absurdo, la historia de Luis Enrique Montero desnuda reacciones, miedos y frustraciones, revelando ante los focos que nuestros sentimientos son más complejos de lo que nos atrevemos a admitir. Al final, somos más humanos (o animales, en el caso de Óscar) de lo que nos gustaría.
Datos de interés
Qué: Óscar quiere ser una cigala
Dónde: Teatro Galileo (Calle Galileo, 39, Madrid)
Cuándo: Desde el 8 de noviembre al 3 de diciembre de 2017
Horario: De jueves a sábados a las 20.00. Domingos a las 19.00
Quién: Ángela Martín, María José Palazón, Pablo Gallego Boutou, Raúl Pulido y Ana Cañas
Cómo llegar: Metro Quevedo (2) y Argüelles (3, 4 y 6)
Precio: Desde 13,50€
Duración: 75 minutos
Entradas en entradas.com y Smedia
Género: Tragicomedia
Texto: Luis Enrique Montero
Dirección: Alberto Sabina
Teatro Por Ejemplo
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