La cultura de bar tiene una tradición de un enorme arraigo en todo nuestro país: en España se estimaba que había en 2016 del orden de 260.000 bares. De hecho, la tasa de un bar cada 175 habitantes es la más alta de todo el planeta. Y por supuesto la capital va acorde con la dinámica nacional con sus 15.000 establecimientos entre restaurantes o bares, lo que supone uno por cada 211 habitantes.
La zona centro es como era de esperar, la más densamente poblada de bares y restaurantes, seguida de los barrios de Chamberí y Salamanca que ocupan el segundo y tercer puesto. Vicálvaro, la Villa de Vallecas y Hortaleza se sitúan en el extremo contrario.
Lo cierto es que la ciudad siempre ha depositado en estos establecimientos gran parte de su atractivo y su encanto tanto para los locales como para los millones de turistas que visitan Madrid cada año.
La realidad es que montar un bar o un restaurante sigue siendo uno de los negocios estrella en Madrid. Si bien es cierto que durante los años más graves de la crisis se cerraron numerosos locales y los madrileños se dejaban caer menos por barras, mesas y terrazas, desde hace algo más de un año la rueda parece girar de nuevo bien engrasada. Muchos espacios que en el pasado se dedicaban a oficinas y negocios se han reconvertido hoy en día en locales de hostelería de todo tipo. Al mismo tiempo, muchos empleados o recién incorporados al mercado laboral han tenido que reubicar su desempeño debido a la gran crisis iniciada en 2008, y no son pocos los que optan por montar su propio negocio. Por supuesto todo proyecto precisa de un aprendizaje, una experiencia y saber manejar aspectos como la contabilidad y muchos otros entresijos. Puestos a aprender, los españoles nos decantamos claramente por la hostelería.
Los bares de toda la vida siguen siendo una referencia y seña de identidad inconfundible, pero desde hace ya varias décadas Madrid se ha reconvertido con un proceso de innovación y modernización que también ha afectado a sus locales y las ideas de los nuevos restauradores.
Por supuesto, el fenómeno de la inmigración que tan pronunciadamente se ha venido dando desde finales del siglo pasado, ha poblado la urbe de multitud de restaurantes de diversos países de todo el mundo. Las cocinas de todos los rincones del mundo al alcance de la mano.
Y si décadas atrás eran las grandes cadenas de comida norteamericanas las que pegaban con más fuerza (McDonalds, Burguer King, Kentucky Fried Chicken…), los establecimientos de comida asiática son los que más crecen actualmente. Por supuesto, la comida internacional convive con los platos típicos de la religión y de establecimientos con comida de otras regiones de España (comida gallega, andaluza, vasca…).
Disfrutar de un café, una copa, o una buena comida en Madrid es prácticamente obligado. Decide lo que te apetece y disfruta.