Cerrado permanentemente
100% artesanal, 100% auténtico
Lupertz es el apellido de un pintor, escultor y escritor alemán. Y desde hace unos meses, también es el nombre de una de mis tabernas favoritas en Madrid. Pero ¿qué hace de Lupertz un sitio tan especial? Pues precisamente su autenticidad, yendo mucho más allá de una simple taberna. Es arte, gastronomía, mestizaje… y encanto, muchísimo encanto!
Y es que si una palabra puede resumir Lupertz esa es sin duda “artesanal”. Porque desde la decoración de la entrada, pasando por cada uno de los platos de la carta y cada uno de los rincones del restaurante, hasta llegar a las tarjetas de visita, TODO está hecho por ellos mismos. Y en los tiempos que corren, algo así no se ve en cualquier sotio. Hasta los helados, el pan, las mesas…todo, todo lo que puedas imaginar lo hacen ellos mismos! Y no sólo artesanal, Lupertz también es auténtico, cuidando que cada uno de los ingredientes que se sirven en este restaurante, provengan de su origen: los mangos de Perú, los garbanzos de león…
Los encargados de hacer todo esto posible son José Ballester, que al frente de los fogones, combina sus dos pasiones, arte y gastronomía, haciendo de cada plato una verdadera obra de arte que combina sabores, texturas y colores. Y por supuesto su mujer, Aracelia Dolande, que consigue sacar adelante todo aquello, haciendo sentir al cliente como en su casa.
Y ya en cuanto a la comida, te recomiendo pedir tapas, que oscilan entre los 3 y 5 euros y te sorprenderán de tamaño. Además, así puedes probar más cositas, ya que la carta es breve pero muy variada. En cuanto a la bebida, cuentan con una larga lista de cervezas artesanales (la cerveza de barril es La Virgen) y una cuidadísima selección de vinos… ¡déjate aconsejar por Aracelia! Y de hecho, de vez en cuando organizan alguna cata de cervezas, así que si te interesa, consulta en su web o sígueles en redes sociales, que es donde suben toda la información.
Nosotros comenzamos con la Caballa en Salazón Casera (gravlax) con sorbete de tomate y aguacate (4’5€ tapa/8’2€ ración), un plato lleno de colorido y sabor y una buena opción si quieres un plato ligero y fresquito.
Otra opción para comenzar con algo ligero es el Tartar de salmón, fuera de carta, en el que en lugar de optar por el aguacate como suele ser habitual, lo combinan con mango, cebolla roja y cilantro, haciendo de un tartar, que hoy no falta en la carta de pocos restaurantes, un plato mucho más colorido y original.
Una opción segura son las Berenjenas asadas con ajo, perejil y miso (3’5€ tapa/8’8€ ración), que están espectaculares. De hecho, aunque se trate de un plato sin mucha elaboración, para mí fue uno de mis favoritos. Y es que a veces la clave está precisamente en la sencillez: buen producto y buena mano para cocinarlo.
Probamos el falafel (3’5€ tapa/6’5€ ración), que también estaba muy bueno, y que es una buena muestra de la variedad y el mestizaje de su cocina. Además, en los días que corren, es importante señalar que cuidan mucho que entre su carta haya numerosos platos veganos y vegetarianos (falafel, hummus, salmorejo de sandía, risotajo, guasacaca…).
La Musaka Mikonos, hecha a base de carne picada de ternera y cerdo, tomate casero, yogur, canela, tapenade y queso feta, es otro de los platos que a pesar de no estar en la carta, merecería su hueco en ella. ¡Mejor que en cualquier griego! De hecho para mí, otro de mis «Top 1″…
Las Albóndigas de Cordero rellenas de uvas y lacadas con salsa de ostras (4’5€ tapa/9’7€ ración) son una opción muy original y otro de los platos que más suelen reclamar los clientes. Las patatas fritas caseras que acompañan dan el punto a este plato.
Te recomiendo también el Chili con carne, con totopos artesanos de maíz, queso cheddar, sour cream y pico de gallo (5€ tapa/12’5€ ración). Los totopos son 100% de maíz (y por supuesto 100% artesanales), por lo que aunque seas celiaco no tendrás ningún problema con este plato!
Por último no te puedes ir sin pedir uno de sus postres, totalmente artesanos. Tanto, que de hecho no tienen una carta de ellos, y depende de lo que hayan hecho ese día. Nosotros tuvimos la suerte (y digo suerte porque de verdad que estaba espectacular) de probar su Helado artesano de queso de cabra con caramelo de jengibre y crumble de polvorosa (4€). ¡Impresionante! Para que salgas por la puerta tan gratamente sorprendido como entraste…. ¡Al menos conmigo lo consiguieron!
Así que no esperes más y acércate a conocer Lupertz. Buena comida, buen ambiente, buenos precios… y mucho arte! Es inimaginable el trabajo que se esconde para sacar adelante un sitio como éste,con el mérito de hacerlo siempre fieles al «Made un Lupertz». Por ello quiero felicitar a José y Aracelia, que nos recibieron en su casa y nos permitieron descubrir el increíble encanto de esta taberna mestiza.
Datos de interés
Qué: Lupertz, taberna mestiza en Madrid que aúna arte y gastronomía
Dónde: Calle de San Andrés, 31 (Tribunal)
Cuándo: L-V (13-16 h y 20-00 h); Sábados (13 – 00 h) y Domingos (13-16 h)
Cuánto: 15-20€
Contacto: 914 488 310/ info@lupertz.com
Más información: en su página Web, Facebook, Twitter, Pinterest o Instagram
- Interior del restaurante Lupertz
- Mesas hechas y pintadas a mano
- Tarjetas de visita
- Vista del restaurante desde arriba