Un viaje gastronómico a la bella Italia
La calle Castelló abre sus puertas a un nuevo miembro más: la trattoria Fina Catalina (c/Castelló, 1), un restaurante italiano purista, de los que te puedes encontrar callejeando por el centro de Roma, Milán o Florencia. Un restaurante que, como dice su chef, Stefano Carta, «te hace sentir como en Italia».
Un local decorado con el aire elegante de los restaurantes italianos de categoría, aunque con el toque vintage que le otorgan tanto sus muebles recuperados como la pintoresca decoración que nos encontramos en los tres espacios diferenciados que lo conforman. En la entrada, una amplia barra con una gran variedad de cócteles y licores, emplazamiento ideal para disfrutar del aperitivo o una copa en horario afterwork. La parte central la ocupa un comedor para medio centenar de comensales, con paredes de ladrillo visto decoradas con cuadros traídos de Italia y una curiosa hilera de bancos corridos que pertenecieron siglos atrás a una iglesia.
Aunque lo más curioso en lo que a decoración se refiere lo encontramos en el baño, con una bañera del siglo XIX y numerosos objetos de tocador con más de 100 años de antigüedad, expuestos en una vitrina. Da la sensación de que el tiempo se ha detenido al cruzar la puerta. Cuando ya parece que se han acabado las sorpresas, al fondo del restaurante hay otro comedor que se utiliza como reservado, decorado como una cocina italiana antigua.
Bajo el paraguas del Grupo Wolf (El Trajín, La Contraseña o el 19 de San Miguel) nace la propuesta gastronómica de Fina Catalina, que se basa en conjugar ingredientes de calidad con productos de elaboración propia como la pasta o la pizza, grandes protagonistas de su carta junto a sus carnes premium y sus productos importados de Italia, como sus vinos o su deliciosa trufa.
Lo más habitual es pedir platos para compartir. La recomendación de Javier, sumiller y jefe de sala del restaurante, fue como entrante el vitello Tonnato -redondo de ternera cocinado a fuego lento y servido con una mayonesa de atún-, espagueti frutti di mare -espaguetis de tinta de calamar con langostinos y almejas-, y una pizza con dos de los sabores estrella de la carta: jamón, champiñones y cebolla caramelizada por un lado, y huevo, mozzarella y trufa negra rallada por el otro… Un verdadero manjar.
En cuanto a los postres, nos decantamos por el tiramisú, con el queso mascarpone más cremoso que hemos probado, y su clásico bizcocho con licor y café. Muchos de los postres se hacen al momento y merece la pena que se les deje un hueco para poder disfrutarlos.
Con poco menos de un trimestre de vida, Fina Catalina ha conseguido hacerse un hueco en el barrio de Salamanca como una de los restaurantes italianos con más calidad de la capital.
Datos de interés:
Qué: Fina Catalina, restaurante clásico italiano
Dónde: C/ Castelló 1
Precio medio: 35€ – 40€
Cómo llegar: Metro Príncipe de Vergara
Contacto: 91 110 97 67