El clásico de Samuel Becket aterriza en Madrid
Llega al teatro bellas artes la obra cumbre del teatro del absurdo: Esperando a Godot, del maravillosos Samuel Beckett, y con la dirección en este caso de Antonio Simón. Narra la historia de dos vagabundos: Didí y Gogó, que esperan decididos junto a unas vías de tren a un tal Godot, que supuestamente deberá cambiar el devenir de sus vidas. Durante la espera sucederán numerosas conversaciones sobre absolutamente nada, y un desfile de personajes pintorescos.
Este ya clásico de la literatura, vuelve con más fuerza que nunca gracias sobre todo a la estupenda labor del equipo artístico, que consiguen crear un decorado expresivo, y que ayuda a narrar la historia por si misma, cargado de naturaleza simbólica, y sobre todo de lirismo y expresividad, el escenario del teatro de bellas artes. Ayuda por supuesto el juego de luces y sonido que tiene apariciones puntuales, pero sobre todo la pareja de personajes protagonistas, que serán los encargados de captar y mantener la atención del espectador durante la mayor parte de las dos horas de duración de éste espectáculo.
Pepe Viyuela y Alberto Jiménez dan vida a estos dos vagabundos con una asombrosa facilidad de palabra, manteniendo un duelo dialectal que se extenderá como una constante en el espectáculo. Una labor magistral, ya que no sólo consiguen transmitir todo el humor y el tono desenfadado e irónico de la obra de Beckett, sino que construyen dos personajes llenos de matices, con un amargor y desencanto con la vida construido en parte gracias a la química de estos dos personajes, que se retroalimentan y forman una imagen conjunta de personas sin ningún propósito vital, que se desprecian entre ellos, primando la discusión más que la conciliación, que no tienen nada, y a la vez lo único que tienen es la pobre compañía que le brinda el uno al otro.
El resto del reparto también raya a un nivel excepcional, con un Fernando Albizu que aporta un cambio de dinámica en la trama con su cruel y despiadado Pozzo, o Jesús Lavi, con sus apariciones al final de cada acto. Aunque si podemos afirmar que hay un actor que roba el show ese es Juan Díaz. Su diálogo es más bien escaso, pero su escena es de las que se te quedan grabadas en la retina tras finalizar la obra, y es sencillamente memorable.
Esperando a Godot es una obra esencialmente existencialista, en la que los dialógos y sucesos están exentos completamente de lógica o sentido más allá del entretenimiento que surge de la interacción de estos personajes, y de la brillantez del diálogo en sí. Los personajes no parecen aprender nada, o siquiera recordar haberse conocido, y la trama de la obra en sí consiste en personas intenado matar el tiempo hasta ocurra el evento esperado; la llegada de Godot. No importa que pasó o cuando pasaron cualquiera de los eventos sucedidos en la vida de los personajes de la función, sólo importa el ahora, y lo único seguro que saben que tarde o temprano llegará de forma inexorable: Godot. Sólo queda esperar pacientes y hacer pasar el tiempo los más rápido posible. Una obra divertida, deprimente y con mensaje profundamente nihilista. No se la pueden perder.
Datos de interés
Qué: Esperando a Godot
Cuando: Miércoles a viernes a las 20:00h. Sábados a las 19:00h. y 22:00h. Domingos a las 19:00h.
Dónde: Teatro Bellas artes
Cómo llegar: Metro Banco de España
Precio: Desde 24 euros.
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