Escapada Agrochic
Navaluenga
Vamos entrando en la nueva estación, nos atrevemos por fin con el cambio de armario y empezamos a pensar en activar el modo casero. Pero nos quedan unos bonitos puentes por delante, y aquí os traemos el plan perfecto para una escapada cerquita de Madrid, para disfrutar del paisaje en todo su esplendor.
El destino: Navaluenga, un pequeño pueblo en la provincia de Ávila, en la zona del Valle del Alberche y Tierra de Pinares, en lo que se consideran ya estribaciones de la Sierra de Gredos.
¿Por qué Navaluenga?
Porque es un pueblo que recibe al visitante con los brazos abiertos para mostrarle cómo se viste la naturaleza en todas las épocas del año.
¿Dónde alojarse?
Sin temor a equivocarme os recomiendo El Hotelito, donde Christina y Cándido os acogerán con los brazos abiertos para hacer de vuestra estancia en Navaluenga una experiencia memorable.
Biblioteca El Hotelito
La atención personalizada es probablemente uno de los grandes éxitos de El Hotelito. Sus dueños, Cándido Ruiz y Christina Aagesen, acumulan a sus espaldas una impresionante trayectoria como profesionales del turismo y viajeros, lo que les ha permitido detectar qué es lo que les gusta en un hotel y aplicarlo ahora en este proyecto, que es también su casa y del que se ocupan personalmente. Así, nada más llegar y hasta el último minuto, te sientes mimado como en casa de unos amigos, constantemente pendientes de que disfrutes y de que todo sea perfecto.
“Agrochic” es el concepto que mejor define El Hotelito. En un entorno rural, con un estilo que se caracteriza por su comodidad y sencillez, sin renunciar a ningún tipo de lujo, nos encontramos como en nuestra propia casa. Además, nuestras mascotas son bienvenidas, desde un canario hasta un caballo, pues en el Centro Hípico anexo disponen de boxes para los caballos visitantes.
Integrado totalmente con la naturaleza. Grandes ventanales del suelo al techo en los espacios comunes y en las habitaciones facilitan la integración de la naturaleza circundante. Desde la terraza y la piscina se contemplan las montañas, la puesta del sol y las constelaciones estelares.
Piscina exterior El Hotelito
La utilización de materiales sencillos como el hormigón pulido, el hierro, la madera y el cuero crea un conjunto armonioso que recuerda discretamente el mundo hípico vecino para instalar un ambiente relajado y acogedor, en las habitaciones como en los espacios comunes.
Habitacion Standard El Hotelito
Para desayunar, destacan en el desayuno buffet los huevos frescos de su propio gallinero, y para cenar, los anfitriones Christina y Cándido, español y Danesa, nos deleitan con una deliciosa propuesta gastronómica Hispano-Nórdica. No os perdáis el boeuf bourguignonne acompañado de puré de patata preparado por Cándido, o la repostería de inspiración danesa elaborada de forma casera por Christina.
En total 14 habitaciones dobles, la mayoría con terraza o jardín, amplias y acogedoras. El plus, la suite que cuenta con jacuzzi al aire libre, con vista a las montañas.
Terraza con Jacuzzi en El Hotelito
En los espacios comunes, un sala para reuniones, una biblioteca con chimenea, la terraza y piscina al aire libre. Además, cuentan con una casita anexa, con cocina, baño, habitación y un pequeño saloncito, con capacidad para cuatro personas.
¿Qué hacer en Navaluenga?
En Navaluenga tenemos opciones para disfrutar, durante un completo fin de semana, de impresionantes paseos por los alrededores de Navaluenga o internándonos en esas montañas antecesoras de Gredos, que nos premian con panorámicas envidiables de naturaleza de verdad, que en otoño se pone el traje ocre, amarillo y rojo. El paso del río Alberche es accidentado, vertiéndose en pantanos y dejando al trasluz un sendero natural que consigue relajarnos con sólo mirarlo.
Entorno El Hotelito
El icono más monumental que ofrece el pueblo es un puente de piedra que data del Siglo XVI, el cual merece la pena fotografiar desde distintos ángulos, así como perderse en la chopera que tiene a sus espaldas en las que durante la estación incide especialmente.
Cerca del Hotelito se encuentran el tranquilo Pantano del Burguillo y los Toros de Guisando. Además, este singular hotel se sitúa en el centro de una circunferencia de un radio de 100 kilómetros que comprende cuatro ciudades Patrimonio de la Humanidad: Ávila, Salamanca, Toledo y Segovia. Por eso, es una base de operaciones perfecta no sólo para desconectar y vivir experiencias nuevas, sino también para conocer de primera mano unas cuantas referencias viajeras de ámbito mundial.
Viñedos Garnacha. Bodega Garnacha Alto Alberche
No dejéis pasar la oportunidad de visitar La bodega Garnacha Alto Alberche, que nació con el objetivo de salvar los viñedos del valle y de mostrar a los jóvenes que hay futuro en las garnachas y en el cuidado del campo. Hoy, la bodega produce vinos con la variedad garnacha que reflejan las variadas personalidades de los pagos del valle del Alto Alberche. Los vinos, elaborados de manera esmerada utilizando tanto las prácticas más antiguas como la tecnología actual, reciben el nombre de 7 Navas en honor a los viñedos del valle del que toman el nombre. Cuentan con la recién inaugurada Denominación de Origen Vinos de Cebreros y ofrecen un intenso sabor, carácter y personalidad.
Y para acompañar el vino, de tapitas por el pueblo, que no se puede decir que le falten bares, entre los que os recomendamos La Tabernilla, muy animado y con un trato súper agradable y cercano de su dueño Juan. Las raciones de comida 100% casera y natural. No dejéis de probar las migas, acompañadas con un buen vino 7 navas.
Datos de Interés:
- Visita la web del alojamiento Agrochic de El Hotelito.
- En Navaluenga (Ávila), a orillas del río Alberche, en el valle que conforman las estribaciones de Gredos y la Sierra de Ávila.
- En el medio rural a hora y media (100km) al oeste de Madrid.
- A 35min-1h30 de 4 ciudades Patrimonio de la Humanidad de UNESCO (Ávila, Segovia, Toledo, Salamanca)
- Entre la Reserva Natural del Valle de Iruelas y el Parque Regional de Sierra de Gredos
- ¿Qué hacer? Senderismo, golf, bici, rutas ornitológicas, catas de vino, catas de queso, astronomía, gastronomía. En verano, practicar deportes nauticos en el río Alberche y el Pantano del Burguillo o nadar en la piscina de El Hotelito
