Cocinar consume tiempo, requiere de energía, de ganas y de motivación. Para muchos de nosotros hacerlo a diario resulta inviable y nos vemos obligados a buscar alternativas durante uno o varios días a la semana. Comer rico sin cocinar es posible, aunque a menudo, encontrar la forma de lograrlo puede generar más de un dolor de cabeza.
Hoy es fácil encontrar fórmulas para comer bien sin tener que invertir un gran tiempo en la cocina. Las soluciones instantáneas se han multiplicado a partir de redes de producción y logística preparadas para cubrir las necesidades de muchas personas que por determinadas circunstancias se ven obligadas a buscar alternativas. Internet y los productos exprés pueden ayudarte a organizarte de una forma cómoda. A continuación, te proponemos tres ejemplos. ¡Presta atención!
Pedir comida a domicilio
El desarrollo de la tecnología ha hecho de la comida a domicilio una alternativa inmediata y accesible en cualquier momento y desde cualquier lugar. Pedir comida a domicilio es la opción más cómoda, pero también la más saludable. Con tan sólo un clic puedes acceder a cartas diversas y deliciosas como la de VIPS. Encargando comida a domicilio puedes optar a todo tipo de ofertas: sándwiches, hamburguesas, ensaladas, costillas o, por qué no, acompañar tus platos con un capricho dulce para terminar.
VIPS pone a tu disposición una oferta culinaria variada y específicamente configurada para cubrir tus necesidades. Desde hamburguesas, hasta bowls, pasando por sándwiches y ensaladas, y también disponen de platos sin gluten. Además, tienen presencia en todo el territorio nacional donde cuentan con servicio de delivery mediante reconocidas plataformas y ahora, en el centro de Madrid, tienen un servicio propio de comida a domicilio y take away, con una entrega ágil y efectiva. A diferencia de otras cadenas de comida a domicilio, VIPS apuesta por la calidad y su carta no se reduce únicamente a hamburguesas o sándwiches. Puedes pedir ensaladas a domicilio en VIPS y platos compatibles con todo tipo de dietas. Sin duda, ¡merece la pena!
Platos preparados
Cocinar supone una inversión de tiempo cada día y, en algunas ocasiones, los platos precocinados pueden ayudarnos en momentos más estresantes o en días más movidos. Además, también pueden ser una buena opción para los días de descanso. A pesar de que no es recomendable consumir a diario platos precocinados o muy procesados, sí pueden formar parte de nuestra dieta de una forma controlada y razonable. En la actualidad, puedes acceder a una variedad muy amplia de productos: Lasañas, cremas y caldos, sopas deshidratadas, buñuelos, pizzas… Puedes encontrar platos realmente deliciosos que requieren muy poco tiempo de preparación. A menudo, unos minutos en el microondas, en la olla o en el horno ¡y listo!
Conservas
Una de las alternativas estrella para minimizar el tiempo en cocina son las latas y conservas. ¿La razón? Mantienen todo el sabor y tienen una gran vida útil. Además, tanto si son elementos principales de un plato como secundarios, resultan realmente versátiles. Como resultado obtenemos una comida apetitosa, fácil y atractiva. La diversidad es infinita: Puedes encontrar legumbres, tomate, atún, maíz dulce, sardinas, mejillones, pimientos, alcachofas y un largo etcétera. Bastará con que abras el envase y lo sirvas. ¡Suficiente para un menú del día sabroso en un tiempo récord!