Bienvenidos al Cafelito de Lavapiés
Aviso a navegantes: esto es un templo del café, un lugar donde el tiempo se para, solo existen la buena compañía, la comodidad y el sabor y aromas del café recién molido. Si tu intención es tomarte un café cualquiera o tienes prisa este no es tu sitio.
En la calle Sombrerete, en medio del ecléctico barrio de Lavapiés encontramos el Cafelito, atravesando la puerta de entrada original de más de 100 años de antigüedad, descubrimos un laboratorio de café, un sitio dónde se experimenta con diferentes sabores y presentaciones, dónde cada café tiene personalidad y es adaptable a los gustos del consumidor, así que si eres curioso no dudes en pedir consejo a estos gurús del café.
Julio, junto a Santiago, son el alma de esta cafetería tan especial . Ambos provienen del mundo audiovisual y del diseño y han sabido plasmar parte de su experiencia y aprendizaje en esta cafetería, otorgándole un diseño y una personalidad únicas. Todos los muebles son de segunda mano, reciclados o heredados de amigos o conocidos y restaurados por Julio; una mezcla de épocas y estilos que confluyen formando un entorno único y atemporal.
No es de extrañar que Julio, con unas raíces cafeteras tan fuertes (pues su padre y otros miembros de su familia se han dedicado a la industria del café) haya acabado dedicándose precisamente a ello.
Aquí se muestra gran respeto hacia los productores de café, al producto que se sirve y a los clientes (tanto animales como personas) a los que se cuida y mima mucho. Y es que casi nadie sabe que para producir un grano de café se necesitan alrededor de 5 años, es un proceso largo y complejo, un producto que luego se toma en apenas unos minutos.
Dentro se crea un ambiente especial y acogedor, donde conviven gente acompañada de amigos, solitaria, en reuniones de trabajo, gente que está escribiendo, dibujando o leyendo, personas sentadas en el sofá descalzas como si de su casa se tratase o haciendo ganchillo…
Por el momento solo sirven desayunos y meriendas, productos siempre ecológicos y de calidad y están pensando en introducir productos salados, como tostas. Todo a precios económicos.
No solo se experimenta con café, las tartas también van variando cada día y la mayoría de ellas no está en carta. Nosotros probamos una tarta de limón muy dulce y riquísima, pero ese día también había de coco con dulce de leche, café o una Satcher.
Nos pusieron mi café favorito, el Campesino, que surgió a raíz de una conversación de Julio con su padre, y está compuesto por café con canela, miel, panela y leche al gusto (sugiero, para aprovechar todo el aroma de la rama de canela, echar la leche de manera que deslice por dentro de la canela como si fuera un tobogán!) y también nos ofrecieron una reinterpretación del café bombón, ambos cafés con una presentación estudiada y singular. Tienen los clásicos cafés, por si no te apetece experimentar ese día.
Por si fuera poco, cuando terminas tu café te sirven una jarra de agua infusionada con diferentes especias.
Al fondo hay una estantería con libros que puedes llevarte a casa, quién sabe, lo mismo encuentras ese libro que llevabas tanto tiempo buscando y además totalmente gratis! también puedes contribuir con la librería y llevar algún libro que tengas por casa.
Datos de Interés
Qué: Una cafetería donde te sentirás como en casa
Dónde: calle Sombrete 20
Cómo ir: Metro Lavapiés
Horario:De martes a viernes, de 08 a 20h; sábados y domingos, de 10 a 21h. Lunes cerrado
¿Sabías que… dejan entrar perros y si curioseas puedes encontrar pequeños detalles escondidos por el local como dibujos de los clientes, poemas o dedicatorias.